Creado en: mayo 28, 2021 a las 08:07 am.
Tiempo de Clown
Hace una década apostaron por la poesía del silencio, de las sonrisas y gestos con nariz colorada. Hace dos lustros que uno tras otro de los experimentos en la escena, brota como un árbol frondoso y en cada puesta da frutos.
La Compañía Tiempo de Arte Contemporáneo, registrada en el Consejo Provincial de las Artes Escénicas de Granma y miembros de la Uneac, arribó a diez años de vida artística con el homenaje de colegas y público dentro del programa de la recién finalizada XX Edición de Primavera Teatral 2021, convirtiéndose en una de sus principales motivaciones.
Para Ariel Hernández Chávez, actor y director, proveniente del centro de la isla, anclar hace tres lustros en Bayamo, a donde llegó invitado por Teatro Andante a un evento, le permitió encontrarse con el sitio soñado para edificar un proyecto que, sin embargo, no eclosiona con la inmediatez que se narra.
La Ciudad Monumento, otrora ciudad luz para las artes desde la etapa colonial en la medianía del siglo XIX, a pesar de sufrir en su arquitectura y cultura con la quema patriótica, deja señales para artistas con sexto sentido que sean capacez de percibir cuánto puede hacerse aún y con esas premisas.
Con el deseo de hacer reír y pensar, transmitir sentimientos profundos, Ariel apuesta por la pantomima y el clown como principales poéticas o estéticas de la agrupación, fundiéndolas con la danza, la música, los títeres, el diseño y también los audiovisuales.
Surgen obras icónicas que marcan la particular dramaturgia de la Compañía Tiempo: la obra homónima, Inopia, La noche, El doctor, y muchas otras versionadas y exhibidas en teatros locales de Cuba y América Latina, como en los más insospechados escenarios de la geografía granmense, en virtud de la vocación itinerante y comunitaria que si bien no es predominante, también les acompaña.
Tiempo se empeña en crear espacios donde el Teatro no sea esa institución nocturna de fin de semana, sino un sitio donde confluyan las artes y sus cultores a cualquier hora y con el más diverso pretexto de crear. Así van fundando proyectos con nombre mambí como Canchánchara, del actor Miguel Benavides, y Café Tiempo, en el sitio donde en el último año trabajan para hacer la definitiva sede.
A través de un “payaso” se puede ver el mundo. Mostrarlo a niños y adultos, sembrar valores, hacer temblar y llorar ante lo injusto y también estremecer de alegría ante un gesto tierno. Tiempo lo sabe, el clown no es arte menor, no hay que encasillarlo en la improvisación ni en la superficialidad, es, como cualquier personaje, un ser con alma y conflictos. Es Tiempo de Clown, de dar aliento y de enseñar cuánto de valioso tiene por dar el arte todo.