Creado en: julio 2, 2021 a las 06:50 am.

La historia de Serafín Sánchez contada por los pinceles de Francisco

Francisco Rodríguez es conocido en Taguasco por el Pintor de Serafín Sánchez./Foto: Cortesía del entrevistado.

El don de pintar le vino a Francisco Fernando Rodríguez casi con la vida misma. Bastó un curso emergente de instructores de Artes Plásticas, allá por 1982, para encumbrar, mucho más, sus trazos. En 1993 abrazó el título de licenciado en Artes Plásticas, expedido por el Instituto Superior Pedagógico capitán Silverio Blanco Núñez, de Sancti Spíritus. Entonces, enseñó a colorear los días de los niños asistentes a la Casa de la Cultura de Taguasco, ávidos por dibujarse un futuro entre pinceles.

Hace 20 años realizó su primera obra pictórica dedicada al Paladín de las Tres Guerras, una pintura sobre lienzo que cuelga de las paredes del Museo Casa Natal de Serafín Sánchez Valdivia, ubicado en la capital espirituana. Con esa pieza, creció la inspiración del artista visual, por ahondar en la historia del insigne patriota nacido el 2 de julio de 1846.

¿Por qué el interés por pintar al mayor general Serafín Sánchez?

He sido admirador de los grandes hombres que, con su audacia, abrieron nuevos caminos a la humanidad. Un día comprendí que nosotros también tenemos nuestros Espartacos.

Desconocía que en mi provincia existió un hombre de tal envergadura. Paradójicamente estudié en el IPUEC Serafín Sánchez, perodesconocía su historia. Un día llegó a mis manos un libro que hablaba acerca de la vida del mártir. Lo leí, lo estudié y me enamoré de su figura.

He hecho seis cuadros grandes, de dos metros o más; dos obras medianas; y ahora proceso dos pinturas de Serafín. Una de ellas recrea la Batalla de Mal Tiempo. Para ello- después de estudiar mucho- escogí el momento en el que él entró en el combate junto con Máximo Gómez.

Serafín Sánchez desempeñó un importantísimo papel histórico, cuya envergadura, a mi humilde entender, no ha sido lo suficientemente estudiada a la luz de la realidad histórica. Yo lo veo, aun hoy, a caballo, alzado, como un reto frente al silencio y la mentira, rechazando las tristes opciones de lo evasivo y lo estéril.  

Él pertenece a esa estirpe de hombres de fuerza invencible, que se alzan, sin escatimar esfuerzos ni sacrificios, para conquistar sus derechos. Por eso su lección trasciende, no sólo el contexto territorial de su época, sino también las fronteras de este país. En la historia cubana es un ejemplo porque supo convocar.

Por estas razones, expresarme sobre ello, es para mí una necesidad espiritual inaplazable. Tengo la necesidad de sentirme útil y de aportar, desde lo que soy, al rescate de nuestra verdadera historia.

Francisco es el creador de la obra Muerte del mayor general Serafín Sánchez que se exhibe en el Museo General de Taguasco. /Foto: Cortesía del entrevistado.

¿Cómo logra tratar con exactitud el hecho histórico, sobre todo porque de Serafín Sánchez son escasas las imágenes? 

De él solo existe un retrato icónico. Eso me conlleva a hacer un estudio bien grande de la anatomía del héroe. Lo he cambiado de posición, sin que deje de ser Serafín. Eso es muy complicado.

Para hacer un cuadro de pasajes históricos hay que hacer un estudio profundo de la historia, de los personajes que estuvieron, del tipo de armamento que usaban, las monturas de los caballos, la ropa, el tipo de cinto que llevaban puesto… Hago búsquedas en varios libros para ser lo más real posible.

La épica mambisa dejó testimonios de incalculable valor, páginas que en su mayor parte fueron escritas en el mismo teatro de operaciones por aquellos poetas guerreros. Ese periodismo de campaña, hecho en primer término por los que participaron en ella, es la fuente directa e inmediata que constituye el inmenso caudal de historia viva del cual se nutre mi trabajo.

Por eso intento hallar, con mi pintura, esa anécdota de significación histórica que nació en la manigua y tiene el aroma de mi tierra, el aliento vital, el sonido bravo y es magnífica y veraz, conmovedora y honesta.  Por eso pintar la vida de un hombre como Serafín Sánchez, caballero sin tacha y sin reproche, militar y escritor, me conforta y me recompensa. 

El artista visual taguasquense trabaja en la pintura Batalla de Mal Tiempo, otro homenaje al Paladín de las Tres Guerras. / Foto: Cortesía del entrevistado.

Conocido en sus predios como El Pintor de Serafín Sánchez, Francisco es un ferviente admirador de la obra de Fabelo, de Romañach, y del Pintor de los mambises, Armando García Menocal, referentes imprescindibles para sus creaciones. Hoy él sigue hojeando con denuedo las páginas de la historia de Cuba, para nutrirse e inmortalizar en el lienzo, las epopeyas de paladines como el bravo mayor general espirituano.

Yo quiero seguir pintando a Serafín Sánchez. Existen muchos escritos que son pinturas vivas. Pienso hacer una serie de quince cuadros. Creo que, mis obras por sí solas, defienden la cultura cubana. Son un himno a la rebeldía, un himno de la creación de la nación cubana.

En el silencio de la noche, los pinceles de Francisco Fernando Rodríguez se vuelven más excelsos para dibujar, con elocuencia, la esencia de Serafín Sánchez, el luchador que nos convocó a seguir la marcha. 

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