Creado en: octubre 27, 2021 a las 09:11 am.
Adys Cupull y Froilán González: tras las huellas del Che
En el aniversario 54 del vil asesinato de que fuera víctima el comandante Ernesto Guevara de la Serna (1928-1967), en la selva boliviana, he decidido evocar su vida y obra, a través de la entrevista realizada a los escritores y periodistas Adys Cupull y Froilán González.
Los también miembros ilustres de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), y la Unión de Historiadores de Cuba (UNIHC), han sido distinguidos con varios reconocimientos, tanto en Cuba como en el exterior. Entre ellos, habría que destacar el Premio de la Crítica, otorgado por la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) y el Instituto Cubano del Libro (ICL).
¿Cuáles fueron los factores cognitivo-afectivos que propiciaron la búsqueda de datos fidedignos acerca de la niñez y adolescencia, etapas cruciales de la carismática personalidad del comandante Ernesto Guevara de la Serna, así como la de los combatientes bolivianos que cayeron en la selva del hermano país andino?
Adys Cupull (AC). El desconocimiento sobre el origen de aquellos jóvenes que participaron, junto al comandante Ernesto Guevara de la Serna, en los acontecimientos guerrilleros ocurridos en Bolivia en 1966-1967, nos indicó el camino que debíamos seguir en la búsqueda de la verdad histórica.
Fue en la década de 1980, cuando realizábamos la investigación sobre esos hechos y sentimos la necesidad intelectual y espiritual de conocer más sobre esas vidas, que dejaron de ser distantes, porque los testimonios, fuentes primarias y documentos encontrados en el hoy Estado Plurinacional de Bolivia los describían de tal manera, que muchas veces nos parecían hijos, ya que murieron muy jóvenes.
No sabíamos casi nada del origen, formación, costumbres, familia, entorno social, donde se desarrolló cada uno de ellos. Coincidíamos en la necesidad de acercarnos a los lugares donde habían nacido, residieron, estudiaron y trabajaron los guerrilleros bolivianos. Lo hicimos y así conocimos a sus familiares, quienes narraron parte importante de sus existencias. Posteriormente, continuamos con la indagación sobre los insulares. Y no podía faltar hurgar en la vida del entrañable combatiente argentino-cubano, paradigma de los pioneros cubanos, quienes expresan en su lema «seremos como el Che».
De su heroísmo y virtudes como hombre, nos faltaba la génesis. No podíamos responder nuestras propias interrogantes. Ello fue un acicate para buscar nuevas informaciones familiares que argumentaran sobre su niñez, adolescencia y juventud. El libro Mi hijo el Che, de don Ernesto Guevara, su padre, nos ayudó a fundamentar cómo se forjó la ejemplaridad que lo caracterizara y a encontrar otros testimonios inéditos de la familia, que ofrecieron una visión casi total, sobre esa parte esencial de la formación que recibe todo hombre, y en la que destacaron procedimientos, hábitos, ética, virtudes, que desarrollaron su conciencia y sentimientos. Nos entregaron documentos, fotografías y hasta una placa de Villa Chichita, una de las casas donde residió la familia en la ciudad argentina de Alta Gracia, que se encuentra en el Museo Memorial de Santa Clara. Y fueron los pioneros cubanos quienes formularon el título a la primera edición ampliada de esa investigación, publicada en 1989. Ernestito vivo y presente, que tuvo más de una edición y sirvió de fuente principal para escribir el volumen Con la mirada…
Froilán González (FG). Pienso que es el resultado del desconocimiento, la ignorancia, acompañado del espíritu de indagar y conocer. Cuando comenzamos a investigar sobre el Che y sus compañeros teníamos más o menos los conocimientos generales de cualquier cubano de la época. Tampoco estaba en nuestros planes o proyectos escribir o investigar sobre el Che y sus compañeros. Nuestros intereses se centraban en José Martí (1853-1895) y Julio Antonio Mella (1903-1929). De 1974 a 1980 trabajamos como diplomáticos en México y allá investigamos sobre el paso y la presencia de esos dos grandes cubanos en el hermano país. A ellos, queríamos dedicarnos y continuar estudios sobre sus raíces.
En 1983 a 1987 me desempeñé como Cónsul General de Cuba en Bolivia y comenzamos las pesquisas que dieron origen a la edición ilustrada del Diario del Che en Bolivia, y especialmente, dos libros publicados en varios países: De Ñacahuasú a La Higuera y La CIA contra el Che. Este último recibió el Premio de la Crítica 1992, conferido por la ACC. Sobre la personalidad guevariana hemos escrito y publicado 18 libros (incluido El asesinato…).
Mientras pesquisábamos reflexionábamos acerca de la consigna de los pioneros cubanos «seremos como el Che», pero nos preguntábamos: ¿cuál Che?, el guerrillero, el médico, el estadista, el escritor, el periodista. En viajes a la República Argentina, y en conversaciones con Celia, Roberto, Ana María y Juan Martín, hermanos del Héroe de Santa Clara, fuimos reconstruyendo su vida.
Con ellos, recorrimos Rosario, Córdoba, Alta Gracia, Misiones, Buenos Aires; en fin, donde nació, vivió, estudió. Todos los lugares vinculados al legendario Comandante de América. Preguntamos sobre los factores que contribuyeron a su formación. Los testimonios de sus hermanos, tíos, primos, su maestra Elba Rossi y Sabina Portugal, una empleada doméstica de la casa, compañeros de estudios y juegos; informaciones todas de indudable valor. Así nació Ernestito vivo…
¿Cuál fue la motivación fundamental que los conminó a pesquisar los móviles que llevaron al ejército boliviano y a los agentes de la siniestra CIA estadounidense a programar el vil asesinato de que fuera víctima el invicto Comandante de América. Hallazgos que les permitieron escribir el texto El asesinato…, publicado por la cincuentenaria Editora Política?
AC. La motivación principal fue la función desempeñada por el pueblo boliviano en aquellos acontecimientos, su historia, sus costumbres, su ética, que no conocíamos. Nos impresionó mucho, la admiración y el respeto que sentían hacia el Che y los hombres que le acompañaron en la guerrilla. La estimación que manifestaban al hablar de la combatiente argentino-alemana Tamara Bunque (1937-1967), Tania la Guerrillera, a quien muchos conocían como Laurita. Nos llevaron por sendas, montañas y caminos difíciles para encontrar a las personas que queríamos entrevistar (muchas de ellas ya fallecidas). Nos entregaron objetos pertenecientes a los miembros de la guerrilla o utilizados por ellos, y documentos referidos a los hechos que indagábamos. Llevábamos en nuestras manos como guía fundamental, el Diario… y la «Introducción Necesaria» que escribió el Comandante Fidel Castro Ruz (1926-2016). Hacíamos lecturas diarias, y señalábamos caseríos, nombres de personas, animales, comidas, ríos, montes, caminos, cerros, preguntábamos, anotábamos, filmábamos, fotografiábamos y grabábamos, para luego transcribir.
Fuimos desenredando una madeja de hilo, la injusta opinión tramada acerca de los campesinos bolivianos, y en la que se defendía el criterio de que habían traicionado al Che y eran culpables del fracaso de la guerrilla. Se ocultaba a los verdaderos culpables de todos los tiempos, y de todos los males en nuestros países latinoamericanos. Estaban bien guardadas las informaciones sobre la participación directa del gobierno de Estados Unidos, la CIA y los agentes de origen cubano, en el vil asesinato del comandante Guevara: Willy Cuba, Alberto Fernández Montes de Oca, Juan Pablo Chang Navarro y Aniceto Reynaga. Todo probado y esclarecido con documentos secretos y confidenciales, testimonios e informaciones aportadas por fuentes primarias.
FG. Nosotros entrevistamos a más de 300 personas, entre militares, campesinos, religiosos, colaboradores, traidores, desertores. No se excluyó a nadie, incluso se respetó hasta la forma de hablar y los giros idiomáticos. El libro De Ñacahuasú…, fue considerado por el Instituto de Verbología Hispana entre los 10 fundamentales para entender el habla castellana en esa región de América Latina.
En relación con La CIA contra… en la investigación aparece la función «clave» desempeñada por la Embajada de los Estados Unidos en Bolivia y por la CIA. Complicidad no solo evidenciada a través de los testimonios, sino también de los documentos obtenidos. Dicho libro es un símbolo de la solidaridad, amistad y combatividad del pueblo boliviano, que suministró los documentos y formuló sus valientes declaraciones. En La CIA contra…, por medidas de protección, no revelamos los nombres de muchas de esas personas, pero ha pasado más de medio siglo, y por eso decidimos divulgar el nombre de la mayoría de ellas. Ahora bien, la publicación de El asesinato… corrió a cargo de la Editora Política. Es una manera de rendirles homenaje a los bolivianos que —de forma anónima— nos prestaron ayuda. Sus identidades hoy las podemos revelar, y al mismo tiempo, denunciar —una vez más— la macabra función desempeñada por la siniestra CIA y el gobierno de Estados Unidos en esos crímenes.
De acuerdo con su valoración objetivo-subjetiva, ¿en qué consistieron las mayores satisfacciones que recibieron, así como los más grandes obstáculos que enfrentaron, para llevar a puerto seguro, tanto el proceso investigativo como editorial de esas dos joyas de la literatura guevariana?
AC. Entre mis mayores satisfacciones, se encuentran: haber llegado a Ñacahuasú, Vallegrande, La Higuera. Y a la escuelita original, que hoy es un Museo y Consultorio Médico. Hablar con los campesinos y nativos mencionados en el Diario… con la maestra Élida Hidalgo y su madre Ninfa Arteaga. Haber podido identificar a los principales culpables de los asesinatos cometidos en la escuelita.
Por último, haber podido escribir junto a Froilán y denunciado en nuestras obras, los crímenes perpetrados contra el pueblo boliviano, específicamente contra el campesinado, los mineros, los maestros, los uchas, generaron emociones y tristezas, al tocar y tener en mis manos, objetos y pertenencias de los guerrilleros cubanos, bolivianos, peruanos, y de Tania; objetos guardados celosamente por campesinos, familiares o amigos de los guerrilleros.
A todo propósito creador le esperan obstáculos, impedimentas, incomprensiones. Para mí fueron mayores los obstáculos de la topografía y la falta de comunicación. Todo investigador se enfrenta a retos que tiene y debe vencer. Haber podido continuar las investigaciones hasta el presente, ahora con el apoyo de nuestros hijos, es otra satisfacción, junto al hecho de descubrir que —en otros pueblos del mundo— se interesan por nuestros libros.
FG. Cuando publicamos La CIA contra…, pensamos que Bolivia se cerraría completamente para nosotros. Sin embargo, fue al revés. De Ñacahuasú… fue publicado por el Ministerio de Cultura del Estado Plurinacional de Bolivia. El expresidente Evo Morales Saima lo presentó en La Higuera con motivo del aniversario 40 del asesinato de que fuera víctima el Che. Por nuestra parte, lo presentamos en el Ministerio de Cultura y en varias instituciones oficiales. Para la Feria Internacional del Libro de la ciudad de La Paz, la Editorial Gente Nueva Común publicó Cálida Presencia, con gran éxito de público y de crítica. También se decidió presentar […] La CIA contra…, en una edición cubana […].
¿Podrían explicar, en apretada síntesis, que repercusión produjo en Cuba, Italia, Argentina, Bolivia y México la publicación de Con la mirada…?
AC-FG. Es un libro aparentemente pequeño. Su grandeza consiste en la forma en que trata los valores universales con los que se ha de forjar el hombre nuevo desde que nace hasta la juventud. Humaniza y espiritualiza a quien es uno de los paradigmas mundiales: el Guerrillero Heroico, quien invita a mirar hacia el sur del Continente. La repercusión y aceptación del libro en esos países se corresponde con las necesidades de la nueva época, en que es imprescindible salvar los valores ético-morales, humanos y espirituales del hombre como ser genérico […].
¿Algo que deseen agregar para que no se les quede en el tintero?
AC-FG. Por último, queremos destacar que —hasta el último día de nuestras vidas— estaremos tras las huellas del Che.