Creado en: junio 28, 2022 a las 07:30 am.

Fina

Por Patricia María Guerra Soriano

Fina no ha muerto. Ella que habla sobre cómo los rostros dicen mucho de la gente, está sonriendo. Ella agarrando una cazuela de frijoles, dice que la poesía es lo contrario a la literatura. Ella aún moldea versos sobre los imperfectos pliegues de las hojas, pone vida, azul y luz sobre cada palabra, sobre cada persona. Prende ahora la felicidad porque Cintio y Sergio la toman de las manos para llevarla a donde Bella, Eliseo, Laura, Lezama, todos los de Orígenes, la esperan.

No hay tristeza. Retornan a la casa de la infancia con el mismo “viejo sol” que chorrea una nostalgia para los que quedan y creen extrañarla porque aún no se dan cuenta.

“El tiempo ya es ido” pero ella no. Habla ahora del tiempo largo, del pájaro que se eleva y abarca pueblos y costeríos, del ayer próximo, de la eternidad. De pronto calla, “la inmensidad de lo vivido arrecia” y nunca estuvieron mejor sus palabras que cuando escribió y nos recuerda hoy: “Bella es toda partida”.


Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.

Tomado de: https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2022/06/fina/

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