Creado en: julio 30, 2023 a las 02:16 pm.
La urdimbre y la trama de San Jorge en el salón artemiseño
Ya se ha dicho que el arte tiene una función en la sociedad y existen muchos ejemplos para demostrar esa afirmación. El XXXI Salón Provincial de Artes Plásticas “Eduardo Abela”, de Artemisa es garante de esa máxima al reconocer con el premio, entre más de 40 obras de 35 artistas, la propuesta Entre la urdimbre y la trama, del inquieto creador bautense y miembro de la UNEAC, Denys San Jorge Rodríguez.
Una vez más San Jorge hizo su apuesta por la historia. Su obra va más allá de la intención estética, ornamental y consigue atrapar un símbolo, ratificándolo como albacea de la tradición textil de su territorio. En una suerte de colash en el que se aprovechan las evidencias del pasado y se mezclan con el testimonio gráfico actual, el artista logra maridar el sentimiento de lo local y universaliza su lenguaje mediante los recursos del tiempo, el paso de la vida, las huellas, las consecuencias, el distanciamiento.
Entre la urdimbre y la trama es un título bien pensado por San Jorge. Evoca la madeja de hilos. Los conos, las bobinas, el amasijo que otrora se convertía en tejidos y confecciones en la textilera Ariguanabo de Cayo La Rosa. A esa misma mixtura de hebras y nudos se asemeja la vida de sus protagonistas. El cierre de la fábrica, la distopía que resultó de la industria bautense, dejó huellas de dolor y desesperanza. También historias de amor y entrega que no se pueden soslayar y la creatividad de Denys permiten degustar en una aproximación cuidada en la que sería pecado desconocer su implicación personal desde los afectos.
El salón artemiseño tuvo numerosas luces. Pero fue Denys quien se alzó con el título al acudir a composiciones en las que los testigos parecen salir desde la página, los recuerdos construyen la heroicidad de la subsistencia y la mirada de esos hombres y mujeres, ausentes o vivos aún, nos reta, nos interpela, quizás nos cuestiona al colocarnos frente a las lecturas siempre diversas de la realidad de hoy.
Denys es un cronista de su tierra. Lo he asegurado muchas veces. Sus instantáneas de Bauta, de Artemisa y más recientes de la Habana evidencian su curiosidad, su necesidad de develar un argumento. Sus trabajos con los discos de Long Play, la construcción de palabras y sintagmas desde el ensamblaje de las herramientas de su padre para brindar un discurso, una idea, una alerta… Ahí está su vocación de narrador visual. Su impronta de fabulador consciente de su raigambre.
Locaciones, edificios, documentos, fotografías, recortes de periódico, texturas de fondo que evocan el tejido mismo, documentos de identidad. A veces no se logra deslindar si Entre la urdimbre y la trama cuenta historias personales o es la propia textilera la que narra su paso por la historia de Bauta, su época de esplendor, su apagarse indetenible.
Miradas de tristeza nos emplazan desde los cuadros, miradas que interactúan con quien se detiene a la contemplación. Ceños fruncidos, rictus, sobriedad en los labios, un brillo que nada tiene que ver con los espejuelos o manipulaciones de la imagen.
El XXXI Salón Provincial de Artes Plásticas “Eduardo Abela” vuelve a hacer historia y nos conmina a una mirada otra hacia esos espacios prescindibles, a esas esquinas de la nación en las que la identidad local se deconstruye entre la urdimbre y la trama de los días.
Sabio el jurado que premió a San Jorge. Válido el arte para enredar esas memorias, para fundirse a ese pasado necesario que nos recuerda quienes somos. Idónea la mirada de un artista que, utilizando disimiles recursos, pone ante nosotros los lugares comunes y logra impresionarnos. Al parecer Denys San Jorge ha logrado una vez más encender la maquinaria de su creatividad y, entre telares y prensas, dejar que sus musas hilanderas nos consientan con un tejido necesario en tiempos de enajenación y poda cultural. Un tejido que nos proteja de colonizaciones engañosas, nos permita encontrar el camino y, en ese transe hacia nosotros mismos, nos arrope el alma.