Creado en: marzo 11, 2024 a las 12:54 pm.
José Manuel Espino, voz destacada de la lírica cubana
Por Laura de la C. González Trujillo
Entre anécdotas, memorias y muestras de afecto constantes trascendió en Matanzas el espacio dedicado a José Manuel Espino Ortega, poeta, narrador, dramaturgo y autor para niños, a quien reconocieron los participantes como una de las voces destacadas de la lírica cubana.
Con cita en el Museo Provincial Palacio de Junco de esta ciudad, intelectuales y amigos del autor presidieron el coloquio que homenajeó a una de las personalidades a las que se dedica la XXXII Feria Internacional del Libro en la Atenas de Cuba, y que preside el Comité Provincial de la UNEAC en el territorio.
Para el escritor Enrique Pérez Díaz la ternura permanente en sus creaciones incluso en el tratamiento de temas difíciles, la imaginación, el uso de citas intertextuales, el compromiso con el entorno cultural y con sus raíces destacan a Espino como uno de los precursores del discurso poético cubano.
“Es una persona imprescindible en Cuba, un escritor querido, admirado por los niños, un ser esencialmente maravilloso, humilde, solidario y con una obra que ya figura como referente en nuestra literatura”.
Con su estilo, su versión lúdica de la vida, Espino sentó un precedente en la literatura infantil, un camino de enorme calidad que a su vez derrumba el mito del autor para niños o del poeta puro para ofrecer atractivos libros que ponen al descubierto el diálogo entre las arte, consideró Nelson Simón, destacado escritor.
A decir de la teatróloga y profesora Yudd Favier en la obra del también Premio Pinos Nuevos se visualiza un teatro que hace poesía en imágenes, que habla de amores adolescentes prohibitivos, de muertes prematuras, de libertad real, de la elección como libertad abstracta y de profunda matanceridad.
Títulos como Chico, El próximo circo y De las sin par andanzas del Guajiriquijote y su escudetero Calvipanzón evidencian la remarcada intertextualidad en el sello de Espino, en el que trabaja con la palabra, la herencia en los clásicos, las formas poéticas del castellano y la sagacidad para replantear mitos e historia, refirió Alfredo Zaldívar, Premio Nacional de Edición.
Creo que todo autor debe tener un momento como este, lo he disfrutado porque tengo cerca a muchas personas talentosas que me transmiten su alegría y cariño, agradeció José Manuel Espino con emoción la jornada que también propició que él recibiera El Libro Alto, distinción que otorgan el Centro Provincial del Libro y la Literatura y Ediciones Matanzas.