Creado en: septiembre 18, 2024 a las 02:19 pm.

Presentan libro de Leonardo Sarría en la Biblioteca Nacional de Cuba

Sarría destacó la necesidad de un método riguroso para seguir mirando la literatura cubana colonial. Foto: Yeilén Delgado Calvo

Como un libro que lleva a repensar temas aparentemente cerrados para la investigación, que denota el uso exhaustivo de un saber complejo dentro del campo literario y que «obligará a reescribir algunas páginas de la historia de nuestra literatura», calificó el Dr. Félix Julio Alfonso, a Antiguallas.

La presentación del texto, de la autoría del profesor e investigador Leonardo Sarría (La Habana, 1977), inauguró el Café Bachiller, en la mediateca Leonor Pérez, de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.

El espacio –según Yaremis Pérez Dueñas, directora de Ediciones Bachiller, sello de la institución– surge, con una frecuencia mensual, para promocionar las novedades, tanto en formato digital como impreso, y para dar a conocer al público los fondos de la Biblioteca.

Antiguallas, también bajo el auspicio de Ediciones Sensemayá, de la Fundación Nicolás Guillén, aparece prologado por Cira Romero, quien afirma que el volumen se «sumerge con todo rigor en asuntos de la literatura cubana más olvidada, aquella que antecede al potente siglo XIX y que el autor remonta hasta Espejo de paciencia y El príncipe jardinero o fingido cloridano, dos de los textos más abordados por nuestros estudiosos, pero vistos desde nuevas posibilidades».

Asimismo, reúne otros trabajos sobre «un sermón funeral debido al padre José Bullones; varios documentos de habaneras ilustres; un romance y una expresión congratulatoria al rey Carlos III, y los bien llamados cuentos del Papel Periódico de la Havana».

Sarría destacó la necesidad de un método riguroso para seguir mirando la literatura cubana colonial. Foto: Yeilén Delgado Calvo

Leonardo Sarría explicó que este es un libro de sospechas, de indicios polémicos, de revisión de algunos problemas de la historia de la literatura cubana. Y destacó la necesidad de un método riguroso para seguir mirando el periodo colonial en este ámbito.

Romero felicitó la iniciativa del Café Bachiller como un nuevo espacio en la vida literaria, en un lugar como la Biblioteca Nacional, que es –afirmó–fundamental para la cultura de la Isla.

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