Creado en: septiembre 21, 2024 a las 12:15 pm.

Regina Balaguer, mucho más cerca de Sancti Spíritus

Las emociones traicionan siempre que los recuerdos más preciados salen a la luz. Se comparten en voz entre cortada, risas nerviosas y miradas en busca de no perder ningún detalle de lo vivido. Una sensación que experimentó Regina Balaguer Sánchez en predios espirituanos, al donar al patrimonio su vestido- guayabera.

Y es que la prenda de hilo, color blanco y de mangas cortas fue testigo de un suceso que marca su almanaque más preciado, de acuerdo con las declaraciones de una de las directoras de compañía de ballet más experimentadas del país.

«Significa mucho para mí. La usé en la clausura del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba, (PCC). Para nadie es un secreto que fue un momento importante, trascendental y de muchas definiciones para nuestra nación».

Además, su uso –por única vez– tiene un valor agregado. Asistió a la magna cita de la organización política en 2021 junto a su padre el Comandante de la Revolución José Ramón Balaguer. «Es un recuerdo muy lindo e importante que tengo de mi vida. Por eso, cuando me pidieron hacer el donativo no dudé en que, aunque es la única que tengo, traerla hasta aquí porque sé que está en el mejor de los lugares. Es una guayabera bien criolla».

Es esta la segunda prenda perteneciente a una bailarina que integra la colección que se resguarda en la Casa de la Guayabera, de Sancti Spíritus. Junto a Carlo Figueroa, director de la institución y presidente del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, (Uneac), de este territorio, recorrió el área, donde se resguarda cada pieza.

Regina Balaguer, quien también funge como vicepresidenta primera del Comité Provincial Uneac, en su territorio, está en Sancti Spíritus como parte de las presentaciones del Ballet de Camagüey en el Teatro Principal, tras seis años de no subir a un escenario yayabero.

«Sancti Spíritus es una provincia que siempre nos ha acogido muy bien. Siempre nos ha tenido en cuenta y, por tanto, hay que ser agradecido. Los públicos nos han recibido con mucho calor. Por ello, siempre será este territorio una sede habitual y referente a donde el Ballet de Camagüey tiene que regresar. Ojalá lo podamos hacer todos los años».

Además, de danzar en el coloso espirituano que reabrió sus puertas con ese regalo, tras la reparación realizada como parte de las acciones por ser esta provincia la sede central de las celebraciones por la efeméride del 26 de Julio, los 15 bailarines y Regina compartieron con estudiantes de la Escuela de arte Ernesto Lecuona, de Sancti Spíritus.

«Ahí están las canteras de las compañías del país. Para nosotros ir hasta ahí es muy importante porque es el futuro. Nuestro ballet tiene varios integrantes que hoy se forman en la escuela agramontina Vicentina de la Torre».

A juicio de quien ostenta el título de Hija Adoptiva de Camagüey e integra la lista de diputados de las IX y X legislaturas de la Asamblea Nacional, precisa ser prioridad para las compañías tener esas relaciones permanentes con las academias.

«Hace muchos años había al menos en ballet y, en danza también, muchas referencias de figuras importantes no sólo en el ámbito nacional sino internacional. En el caso del ballet estaban las conocidas cuatro Joyas, las tres Gracias… En el mundo de la danza estaba Ramiro Guerra, se mantiene Miguel Iglesias… En fin, en un momento determinado muchas personas fueron referentes y hoy ya no están.

«Y aunque hay algunas determinadas figuras en el ballet —que es lo que me compete— no hay referentes tan importantes como Fernando, Alicia, Ramona de Saá. Eso hace que el vínculo de los artistas con las escuelas sea mucho más importante».

Junto a esas ausencias, reconoció la directora general del Ballet de Camagüey desde 1997 que se precisa concientizar cuánto significa para el futuro artístico del país esos diálogos por la compleja situación del país, donde resultan recurrentes programaciones suspendidas y reacomodadas por la falta de servicio eléctrico y carencias materiales, sobre todo, con las zapatillas imprescindibles para bailar.

«Hay que mantener una línea porque se habla de la escuela de danza, de la escuela cubana de ballet, pero por una razón: hay una línea metodológica de enseñanza que tiene que ser igual en todos los lugares. Es cierto que no nos podemos quedar detrás, pero lo que se incluya tiene que ser en consenso de criterios sólidos sobre aspectos y elementos que engrandezcan a la escuela. En eso estamos. Hay que intencionar los seminarios, si bien no mensual, sí con sistematicidad, al igual que las visitas metodológicas. En ese sentido, asesoramos la especialidad de ballet en la Academia de las Artes Vicentina de la Torre», concluyó.

A partir de ahora, los nexos entre Regina Balaguer y el Ballet de Camagüey con Sancti Spíritus traspasan las fuerzas de las ovaciones por su arte. El patrimonio yayabero resguarda un fragmento de su historia de vida de especial connotación.