Creado en: noviembre 1, 2024 a las 11:45 pm.
Diálogos sobre cultura, arquitectura y ciudadanía en el X Congreso de la UNEAC
«El papel de los intelectuales no es crear mercancías y adornos, sino iluminar las zonas de la realidad que necesitan ser iluminadas», aseveró Helmo Hernández, presidente de la Fundación Ludwig durante la Comisión de Artistas de la Plástica de la UNEAC, que sesionó en el X Congreso de la organización.
Para el investigador no puede existir un divorcio entre la realidad cubana y los diálogos que protagonizan los artistas. Más allá de los acuerdos establecidos, en su intervención llamó a promover un diálogo permanente para dilucidar soluciones conjuntas. En esa conversación, la sociedad civil juega un papel fundamental: «La consciencia crítica de la sociedad no son solo los intelectuales sino todos los ciudadanos», expresó el historiador del arte.
Durante el X Congreso de la UNEAC, la Asociación de Artistas de la Plásticas, presidida por Harold López, resumió la labor realizada en los últimos años. Los temas prioritarios abarcan el plan de becas y premios de la organización, los desafíos en la crítica artística, la arquitectura, el diseño, la escultura y el sistema de la enseñanza artística.
En este período fueron medulares las alianzas con el Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP), el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC), el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), la Universidad de las Artes (ISA), el Ministerio de la Construcción, la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) y la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana.
Una de las acciones realizadas fue la creación del grupo temporal de trabajo del Ministerio de Cultura para la Política para la comercialización de las Artes Visuales cubanas, aprobada por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y en espera de la aprobación del Reglamento para su cumplimiento.
Durante la Comisión se prestó especial atención a las preocupaciones de los arquitectos respecto a las ciudades del país. Patricia Rodríguez Alomá criticó la poca presencia de profesionales cubanos en los proyectos urbanísticos que, al ser diseñados por extranjeros, atentan contra los paisajes históricos y contribuyen a reforzar la colonización cultural. La especialista utilizó como argumento el derecho a la belleza, defendido Eusebio Leal Spengler. Las consecuencias de una ciudad deteriorada, antiestética y poco limpia inciden directamente en el comportamiento de sus pobladores. «Hay que incrementar nuestra incidencia en la gestión de la ciudad para que la cultura sea el eje vertebrador y el ser humano el principal protagonista y beneficiario».
Por su parte, el arquitecto José Antonio Choy alertó sobre el estado de las escuelas de arte y la necesidad de invertir en la reparación de estas estructuras, no solo por su simbolismo en la cultura cubana, sino también para brindar una formación de calidad a las nuevas generaciones.
Para la profesora de urbanismo Gina Rey, es preocupante el éxodo de arquitectos jóvenes y talentosos de manera definitiva. «Como profesora me asombra y me satisface su creatividad y sensibilidad de resolver problemáticas arquitectónicas en barrios sensibles como Cayo Hueso, San Isidro, Colón y Jesús María. Nuestro país está perdiendo recursos humanos muy valiosos». La intelectual lamenta la migración de personas con un interés y un potencial de resolver esa gran problemática social que es el deterioro del fondo edificado.
Una propuesta de los delegados se concentró en la realización de concursos abiertos para identificar esos arquitectos con potencialidad y asociarlos a proyectos que los motiven.
El humorismo gráfico y la caricatura protagonizaron también el diálogo. Adán Iglesias Toledo reflexionó sobre la importancia de esta manifestación en la batalla cultural que se desarrolla en las redes sociales. El creador abogó por asumirla como una herramienta fundamental en el abordaje de aristas sensibles de la realidad cubana y pidió actualizar y modernizar sus sitios digitales. En este sentido, la asesoría y el acompañamiento de los humoristas gráficos en temas de posicionamiento en internet resulta vital.
Al encuentro asistieron Antonio Guerrero, presidente de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba, Vladimir Rodríguez Zambrano, representante del Departamento Ideológico del Comité Central del PCC, Lizette Martínez Luzardo, viceministra de Cultura, y Lesbia Vent Dumois, vicepresidenta de la UNEAC. A ellos se sumaron Juana Lidia Delgado, presidenta del Banco Central de Cuba, Daneisy García, presidenta del CNAP, y René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción.
La crítica artística y literaria también se abordó durante el debate. La Doctora en Ciencias sobre Arte, Carina Pino Santos señaló la escasez de espacios diferenciados, la disminución de la relevancia de los críticos, la retribución económica injusta por esta labor y la falta de especialización en las publicaciones sobre arte.
Para el artista plástico Manuel López Oliva, la enseñanza artística y la comercialización de lo artístico deben actuar de manera conjunta. El creador posicionó temas como la publicidad, el resguardo patrimonial y el mercado del arte. Desde su visión, es imprescindible aprender de otras disciplinas como la economía de la cultura, la sociología y la ergonomía, entre otras.
Otras intervenciones giraron en torno a las nuevas generaciones y su relación con la Patria y la cultura, la vinculación de los jóvenes a proyectos de creadores consagrados, la necesidad de consolidar una formación elemental de artistas en todo el país, así como asegurar condiciones de trabajo óptimas y recursos para los intelectuales de la plástica.
Como aseguró Roberto Capote, director de la Galería de Arte del Municipio de Colón, en Matanzas, el pensamiento de la UNEAC debe estar cercano al territorio, a la comunidad, no solo a la galería, sino también al espacio, al entorno que la rodea. La Asociación de Artistas de la Plástica ratificó una vez más su vocación de diálogo y la defensa de un modelo cultural antihegemónico y descolonizador.