Creado en: noviembre 18, 2024 a las 11:56 am.
La cultura es la Patria
Por Sahily Tabares Hernández
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba está inmersa profundamente en la batalla cultural comprometida con la sociedad. De ningún modo la clausura del X Congreso cerró los procesos de reflexión, diálogos y debates de los artistas e intelectuales; pues unidos mantienen la consciente voluntad de servicio social en defensa de la Patria, la identidad y el bien de la nación.
Proponemos pensar juntos sobre la sistemática continuidad de un congreso enfocado en la consolidación del pensamiento crítico. Es lo que siempre necesitamos. La capacidad crítica no solo surge de la suma de saberes, es preciso ser conscientes de los cambios de paradigmas discursivos. Hay que estudiarlos. Interpretar en profundidad la guerra cultural de componente simbólico, sicológico y de intoxicación mediática orquestada por los operadores de la contrarrevolución; ellos se mantienen empeñados en quebrar la unidad del pueblo en Cuba.
¿Qué hacer en provecho del concepto de nación expresado por el antropólogo Fernando Ortiz: “la cultura es la Patria”? De este sentido raigal, identitario, emana un consenso sólido. Precisamos potenciar contenidos propios y derechos ciudadanos con dimensiones formativas. Nunca renunciar al rigor artístico y a la consolidación del pensamiento crítico.
Pensemos, concretarlos exige inteligencias y esfuerzos colectivos, pues en las dinámicas de poder y de las jerarquías artísticas influyen tanto decisores como ejecutantes creativos. Todo es parte de un proceso, no ocurre de la noche a la mañana.
En las sesiones del evento lideraron actos de fe por la cultura, empeños individuales, urgencias de hacer y aportar. Compositores e intérpretes de diferentes géneros defendieron reactivar el programa de la creación musical y festivales ya existentes, que por razones económicas dejaron de celebrarse. Socializar lo valioso, lo auténtico, el arte desde la visión enriquecedora del buen gusto tiene que ser un precepto en todas las manifestaciones.
Mantener activo el sostenimiento del trabajo cultural en las comunidades es un imperativo en estos tiempos difíciles. Sin duda, la educación de los públicos resulta esencial. El goce de la cultura propia que identifica al pueblo en Cuba, continúa siendo el camino. Y por él debe continuar transitando la crítica cultural mediante rigurosos ejercicios de reflexión. Pensemos en esto.
Juntos sentimos que la cultura es el signo mayor de la Patria.