Creado en: noviembre 19, 2024 a las 09:34 am.
Un diálogo en busca de la felicidad
Todo el mundo tiene su ikigai, es decir, una razón para vivir que le da pleno sentido a la existencia. Para hallarla es preciso unir lo que disfrutas, lo que haces bien, aquello que el mundo necesita, y también lo que te asegura remuneración.
Una vida más feliz y longeva es el propósito de esa filosofía japonesa, que por estos días está más cerca de cubanas y cubanos, gracias a la interpretación que de ella hace Alberto Lescay Merencio, Premio Nacional de Artes Plásticas 2021, en su exposición personal Ikigai: secreto de la felicidad.
La inauguración de la muestra, en el marco de la 15 Bienal de La Habana, en la Casa de Asia, coincidió con la reapertura de esta institución, luego de varios meses de proceso inversionista que, además de devolverle la prestancia al edificio, permitió establecer un nuevo guion museográfico.
De acuerdo con Lescay, se trata de obras recientes, motivadas por la idea del amor, de la felicidad, «esa que todos buscamos y muchas veces la conseguimos, ojalá siempre la consigamos». Quizá por su estancia en Japón –explicó– lo fascinó «esa manera de abordar el papel, sin la esperanza de poder borrar, que es como poner en valor también el momento espiritual en que se hacen las cosas.
«La Bienal es una fiesta de la plástica cubana y universal; y este espacio es muy agradable, fresco, iluminado, con un trabajo de restauración magistral».
LA CASA DE ASIA
Construida en 1688, la edificación donde hoy funciona la Casa de Asia ha sido domicilio de ilustres familias habaneras, propiedad de la Iglesia, casa de vecindad, y parte de la Empresa de Restaurantes. En 1994 pasó a la Oficina del Historiador, que ya para entonces la restauraba, y cuatro años después inició sus funciones como lo que es hoy.
Además de sus salas de exposición, y un fondo que ronda las 3 000 piezas, la Casa cuenta con un laboratorio de idiomas, en el que enseñan japonés y coreano; un aula museo; y la Biblioteca Especializada en Cultura Asiática Rabindranath Tagore, que posee la más completa y variada información bibliográfica de asuntos asiáticos en Cuba.
En el nuevo montaje –ilustra la directora de la institución, Michelle García Bravo– se empeñaron en recrear la historia, a través de la Ruta de la Seda, una de las más importantes y la más conocida, que llevó el comercio de la seda, la plata y la porcelana desde Asia a diferentes lugares; la ruta del Galeón de Manila, y la ruta de la Compañía de Indias.
«Con este nuevo montaje estamos exponiendo piezas muy novedosas que teníamos guardadas», añadió. Abierta al público de martes a domingo, la casa-museo ofrece, además, dos salones de almacén visitables, una novedad muy poco frecuente en los museos de la zona.
Sede, asimismo, de talleres, festividades y eventos relacionados con la cultura asiática, la institución supone una valiosa oportunidad no solo para contemplar la belleza, sino para dialogar con ese legado y superarse a través de él.