Creado en: julio 16, 2021 a las 12:17 pm.
A la Revolución la defendemos ante todo (+Video)
Por Gladys Leidys Ramos López y Juan Diego Nusa Peñalver
A Estados Unidos le ha molestado mucho durante 60 años el ejemplo de la Revolución Cubana, dijo este domingo el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en una intervención especial desde el Palacio de la Revolución para explicar al pueblo la más reciente provocación orquestada por grupúsculos contrarrevolucionarios.
El Jefe de Estado inició sus palabras con un saludo revolucionario para todo nuestro pueblo, y dijo: «lamentablemente tenemos que interrumpir las jornadas dominicales, que todas nuestras familias asumen para descansar y compartir, para informarles y compartir con ustedes un grupo de elementos sobre los sucesos que han estado aconteciendo en el día de hoy, que tienen que ver con todo un nivel de provocación sistemático escalado, que ha estado promoviendo la contrarrevolución en estos días».
¿Qué antecedentes estamos viviendo de la situación que tenemos?, preguntó.
«Hemos sido honestos, hemos sido diáfanos, hemos sido claros, y en todo instante le hemos estado explicando a nuestro pueblo las complejidades de los momentos actuales.
«Yo recuerdo que hace más de un año y medio, cuando se iniciaba el segundo semestre del año 2019, tuvimos que explicar que íbamos hacia una coyuntura difícil, y usamos ese término, que después se tomó como parte del humor popular, porque hemos permanecido en esa coyuntura durante mucho tiempo… a partir de todas las señales que estaba dando el Gobierno de los Estados Unidos, encabezado por la administración Trump con relación a Cuba».
Recordó que ahí empezaron a recrudecer todo un grupo de medidas restrictivas del bloqueo; la persecución financiera, la persecución energética, con el objetivo de asfixiar la economía de nuestro país.
Díaz-Canel denunció ese anhelado deseo que tienen de que se provoque un estallido social masivo en Cuba, a lo que contribuyen toda esa propaganda y todas esas construcciones ideológicas que han hecho para convocar las llamadas intervenciones humanitarias, que terminan en intervenciones militares y en injerencias, que aplastan los derechos y la soberanía, la independencia de todos los pueblos.
Esa sucesión de acciones hostiles continuó, dijo. «Después vinieron las 243 medidas que todos conocemos. Y en los últimos días de esa administración se decide incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo».
Reiteró que esa «es una lista totalmente espuria, una lista ilegítima, y una lista unilateral, que asume los EE. UU. sobre la gracia que ellos se creen que son la potencia que domina al mundo, que son los emperadores de este mundo».
Subrayó que, lamentablemente, por la falta de dignidad que existe en un grupo de instituciones internacionales y también en una parte importante de algunos países, muchos se someten de golpe a todas estas medidas y a todas estas acciones.
«Hay que reconocer que otros no permiten que se les impongan, pero también se ven limitados por el alcance extraterritorial que tienen estas.
«Y eso acrecentó más todas estas limitaciones, todas estas restricciones, que sobre todo implicaron que al país se le cortaran de inmediato sus principales fuentes de ingreso de divisas: estoy hablando del turismo, estoy hablando de los viajes de cubanos y americanos a nuestro país, de las remesas que tanto esperan las familias cubanas de sus familiares en los Estados Unidos».
El Presidente cubano denunció también que se hizo un plan tremendo de desacreditación de las brigadas médicas cubanas, y por esa colaboración médica, además de la colaboración solidaria que presta Cuba, también se ingresaba una parte importante de divisas, y todo esto fue provocando una situación de desabastecimiento del país: «Desabastecimiento de alimentos, desabastecimiento de medicamentos, desabastecimiento de materias primas y de insumos para poder desarrollar nuestro proceso económico y productivo, que a la vez tributan a las exportaciones y a los abastecimientos del pueblo; por lo tanto aquí están cortados dos importantes elementos: la capacidad de exportar y de recibir divisas para importar e invertir, y la capacidad de los procesos productivos para poder desarrollar todo un grupo de bienes y servicios para nuestra población».
Puntualizó que el país «tuvo limitaciones con el combustible, limitaciones en piezas de repuesto, y todo esto ha provocado un grupo de insatisfacciones, ha acrecentado problemas acumulados, que no hemos podido resolver y que venían del periodo especial, y a todo esto se ha sumado una feroz campaña mediática de desacreditación como parte de la llamada guerra no convencional, que trata, por una parte, de fracturar la unidad entre el Partido, el Gobierno, el Estado y el pueblo, que trata de poner al Gobierno como insuficiente, incapaz de proporcionar bienestar al pueblo cubano, y que pretende enarbolar al Gobierno de los ee. uu., “muy preocupado por ese pueblo” al que tiene bloqueado injustamente, indicándole que es por donde se puede aspirar a la esperanza del desarrollo y al progreso de un país como el nuestro.
«Esas son consabidas recetas hipócritas y discursos de doble rasero, que los conocemos muy bien en toda la historia de los Estados Unidos hacia Cuba. Conocemos cómo intervinieron en nuestro país, cómo se apropiaron de nuestra Isla, cómo mantuvieron una dominación de nuestra Isla en la etapa de la seudorrepública y cómo esos intereses fueron golpeados por la Revolución Cubana con su triunfo.
«Y les ha molestado mucho durante 60 años el ejemplo de la Revolución Cubana y constantemente han estado arreciando…, han estado aplicando un bloqueo injusto, criminal, cruel, recrudecido ahora, peor en condiciones de pandemia. Ahí está la perversidad manifiesta, la maldad de todas esas intenciones: bloqueo y acciones restrictivas, que nunca han tomado contra ningún otro país, ni contra los que ellos consideran sus principales enemigos.
«Por tanto, ha sido una labor y una política de saña contra una pequeña Isla, que solo aspira a defender su independencia, su soberanía y construir, con autodeterminación, su sociedad de acuerdo con los principios que más de un 86 % ha aprobado, ha apoyado en el ejercicio amplio y democrático, que sostuvimos, para aprobar la actual Constitución de la República de Cuba.
«Y en medio de esas condiciones viene la pandemia, una pandemia que no ha afectado solo a Cuba, una pandemia que ha afectado a todo el mundo, una pandemia que ha afectado también a los Estados Unidos, que ha afectado a los países ricos. Hay que decir que los Estados Unidos y esos países ricos no tuvieron toda la capacidad para enfrentar los efectos de esta pandemia en sus inicios.
«Y en muchos de esos países del primer mundo, con muchas más riquezas, colapsaron los sistemas de Salud, colapsaron las salas de terapia intensiva. Los pobres fueron desfavorecidos, porque no existen políticas públicas orientadas al pueblo para su salvación.
Acotó que la norteña nación del norte y esos países ricos tienen indicadores en relación con el enfrentamiento a la pandemia peores resultados que los de Cuba en muchos casos.
«Y a nosotros nos afectó esa pandemia y, en medio de todas estas restricciones, con las reservas que ha creado el país, con lo poco que teníamos en el país, con lo poco que hemos podido adquirir en este año y medio tan duro, es que hemos podido enfrentar todos estos retos y todos estos desafíos.
«Y lo hemos hecho con valentía, lo hemos hecho con coraje, lo hemos hecho sin claudicar y, sobre todo, lo hemos hecho compartiendo entre todos lo poco que tenemos, y no solo lo hemos compartido en Cuba, lo hemos compartido con el mundo, porque ahí está el ejemplo de las brigadas internacionalistas Henry Reeve, que ha ido a lugares afectados brutalmente por la pandemia.
«Y así fuimos avanzando, fuimos controlando brotes y rebrotes, con una capacidad tremenda de sacrificio de nuestro pueblo, de nuestros científicos, de nuestro personal de la Salud, de casi todo el país involucrado en esto.
Díaz-Canel destacó que se han creado cinco candidatos vacunales, ya uno de ellos reconocido como vacuna, que es la primera vacuna de Latinoamérica contra la COVID-19. Ya Cuba está vacunando a su población, y esto es un proceso que toma tiempo. Hay que producir las vacunas, pero nosotros tenemos en estos momentos una de las zonas de vacunación más alta del mundo y en pocas semanas hemos llegado a más de un 20 % de vacunados, del total de la población», refirió.
En los últimos meses, alertó, han comenzado a aparecer cepas más agresivas, que provocan más transmisión de la enfermedad, y en medio de esa situación empieza a aparecer otro grupo de complicaciones.
«En primer lugar, los casos ocurren con una velocidad y acumulación que superan las capacidades que hemos podido crear para atender en instituciones estatales a estos casos. Por otra parte, hemos tenido que acudir a abrir capacidades en otros centros», explicó.
En ese sentido, fundamentó que al abrir más centros, a los cuales hay que darles una prioridad energética –en medio de la acumulación de problemas en la generación eléctrica, que han llevado a mayores afectaciones–, la cantidad de circuitos que tenemos que proteger para que se atienda a estos pacientes ha aumentado.
Al tener más enfermos, continuó, las reservas de medicamentos se van agotando también y las maneras de adquirirlos son muy difíciles; y en medio de todo esto seguimos con voluntad, seguimos pensando en todo, trabajando para todos.
«Ahora hemos tenido que recurrir a la experiencia del ingreso domiciliario ante la falta de capacidades de un grupo de provincias, y hemos tenido que convocar, entonces, a las familias para que tengan una participación más directa, más responsable. Uno no se cansa de admirar esa capacidad de resistencia creativa que tiene nuestro pueblo».
Con esos valores, aseguró, si los acompañamos de responsabilidad, en el menor tiempo posible, con vacunación, cumpliendo las medidas sanitarias necesarias, saldremos más temprano que tarde de este pico pandémico que no es solo un caso cubano. Cuba logró postergarlo con todo lo que hicimos, y también lo superaremos.
Entonces, de manera muy cobarde, sutil, oportunista, muy perversa, a partir de las situaciones más complicadas que hemos tenido en provincias como Matanzas y Ciego de Ávila, estos que siempre han estado apoyando el bloqueo, los que han servido como mercenarios, lacayos del imperio yanqui, empiezan a aparecer con doctrinas de intervención humanitaria, de corredor humanitario, para fortalecer el criterio de que el Gobierno cubano no es capaz de salir de esta situación, como si estuvieran tan interesados en el bienestar y salud de nuestro pueblo, sentenció el Presidente.
«Si quieren tener un gesto con Cuba, si quieren de verdad preocuparse por el pueblo, si quieren resolver los problemas de Cuba: abran el bloqueo y vamos a ver a cómo tocamos, ¿por qué no lo hacen? ¿Por qué no tienen valor para abrir el bloqueo, qué fundamento legal, moral, sostiene que un gobierno extranjero le pueda aplicar esa política a un país pequeño, y en medio de situaciones tan adversas? ¿Eso no es genocidio?».
Enarbolan, denunció, criterios de que somos una dictadura, «una dictadura que se preocupa por darle a toda su población Salud, que trata de buscar bienestar para todos, que en medio de esta situación es capaz de llevar a cabo políticas públicas, que está aspirando a la vacunación con una vacuna cubana, porque sabíamos que nadie nos la iba a vender, porque no teníamos dinero para comprarla», sostuvo.
«¡Qué dictadura más extraña!», exclamó. Ahora vociferan que somos unos asesinos, dónde están los asesinados en Cuba, dónde están los desaparecidos en Cuba, por qué los otros países que han sufrido estos picos pandémicos, no fueron atacados en la prensa y a esos no se les puso como solución la intervención humanitaria, ni se les armaron estas campañas de descrédito como a nosotros, enfatizó Díaz-Canel.
«Yo creo que la vida, la historia, los hechos demuestran qué está detrás de todo esto, que es asfixiarnos y acabar con la Revolución, y para eso tratan de desalentar a nuestro pueblo, de confundir a nuestro pueblo. Y cuando la gente está en condiciones severas, entonces ocurren hechos como los que vivimos en San Antonio de los Baños».
Sobre los hechos en esta zona, detalló:
¿Quiénes componían ese grupo? Lo componían personas de pueblo, que tienen necesidades, que están viviendo parte de estas carencias; lo componían personas revolucionarias confundidas o que no tiene todos los argumentos, o que también están expresando estas insatisfacciones, pero estos lo hacían de manera distinta, porque buscaban argumentos, explicación.
«Pero esto estaba encabezado por un núcleo de manipuladores que sí se están prestando a los designios de las campañas SOS Matanzas o SOS Cuba, o el llamado cacerolazo, que están preparando hace varios días, para que en varias ciudades de Cuba hubiera manifestaciones o disturbios sociales de este tipo. Esto es muy criminal, en un momento en que la gente debe estar en sus casas, protegiéndose».
Los revolucionarios de San Antonio de los Baños, reconoció Díaz-Canel, las autoridades de la provincia, un grupo de personas de la dirección del país nos presentamos allí, nos enfrentamos a los contrarrevolucionarios y hablamos con los revolucionarios, o a los que estaban pidiendo explicaciones, para demostrar que la calle es de los revolucionarios.
Apuntó que sabemos que hay otros grupos de personas en determinadas calles o plazas, en otras ciudades del país, donde se han concentrado movidos también por esos propósitos tan malsanos. «Estoy dando esta información, también para ratificar que en Cuba las calles son de los revolucionarios, que el Estado, el Gobierno revolucionario, guiado por el Partido, tiene toda la voluntad política para discutir, para argumentar y para participar con el pueblo en la solución de los problemas, pero reconociendo cuál es la verdadera causa de nuestros problemas, sin dejarnos confundir».
Los que están alentando a que haya manifestaciones, no quieren para Cuba un bien de salud, enfatizó. Recuerden que su modelo es el neoliberal, es la privatización de la salud, de los servicios médicos, de la educación, es que cada cual se salve como pueda, que puedan acudir a la salud los que tengan dinero, alertó.
«Nosotros no vamos a entregar la soberanía, ni la independencia del pueblo, ni la libertad de esta nación. Somos muchos los revolucionarios en este pueblo que estamos dispuestos a dar la vida y eso no es por consigna, es por convicción. Tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres si quieren enfrentar la Revolución, y estamos dispuestos a todo y estaremos en las calles combatiendo».
Sabemos que se están orquestando incidentes de este tipo en las calles de La Habana y que hay masas de revolucionarios enfrentando elementos contrarrevolucionarios. Separamos a los revolucionarios confundidos, separamos a los habitantes de Cuba que puedan tener determinadas preocupaciones, pero no vamos a permitir que un contrarrevolucionario, mercenario, vaya a provocar desestabilización en nuestro pueblo.
«Por eso estamos convocando a todos los revolucionarios de nuestro país, a todos los comunistas, a que salgan a las calles en cualquiera de los lugares donde se vayan a producir estas provocaciones hoy, desde ahora y en todos estos días», sostuvo.
«Como dije en el discurso de clausura del Congreso del Partido, a la Revolución la defendemos ante todo, los revolucionarios y, en la primera fila, los comunistas, y con esa convicción estamos ya en las calles, no vamos a permitir que nadie manipule nuestra situación, ni que nadie pueda defender un plan que no es cubano, que no es bienestar para los cubanos y cubanas y que es anexionista. A eso convocamos a los revolucionarios y a los comunistas de este país», concluyó.