Creado en: septiembre 4, 2024 a las 11:03 am.

Inaugurarán exposición del artista Nelson Villalobos Ferrer

Eureka encuentra sus antecedentes inmediatos en las muestras personales del artista, presentadas en Cuba y España durante los últimos años. Foto: Tomada de vigoe.es

Por Teresa Torranzo Castillo

Eureka es el título de la exposición personal de Nelson Villalobos Ferrer que este jueves 5 de septiembre quedará inaugurada en Galería Acacia, de Génesis Galerías de Arte, con sede en San José, No. 114, entre Industria y Consulado, La Habana.

Se trata de una exposición de tesis, cuyo discurso ilustra la validez del villalobismo como postura ideo-estética, planteada por su autor en 1991 y 1993, en el primer y segundo manifiesto del Grupo Ruptura, respectivamente. En sus fundamentos, el villalobismo afirma que el artista ha de nutrirse de lo mejor del arte internacional, de las fuentes raigales y de la posmodernidad, al tiempo que incorpora la hegemonía del fragmento, la puesta a prueba del desasosiego, así como las combinatorias de formas, expresiones, ismos, culturas, conceptos y temas.

Eureka encuentra sus antecedentes inmediatos en las exposiciones personales de Nelson Villalobos, presentadas en Cuba y España durante los últimos 8 años.

El discurso y diseño museográfico intencionan el valor del epistolario y la imagen fotográfica como referencias y estrategias conductoras del relato. En el primer bloque, interactúan fotografías, fragmentos de cartas y pinturas sobre lienzo de gran formato, como un homenaje a la madre, quien fuera esencial para la formación del creador. Seguidamente, un mural de pequeños fragmentos de madera da forma a la teoría de la resemantización, mientras que otras estructuras monumentales se erigen como homenaje al papel kraft, en tanto soporte valioso, legitimado por individualidades del arte cubano e internacional como Goya, Picasso, Lam y Cabrera Moreno, entre otros.

Eureka es una experiencia, un proyecto inclusivo, imaginado como una fiesta de colores y formas, dentro de la cual han de dialogar el observador, la obra y su autor, tal cual lo considera el villalobismo en sus infinitos laberintos.

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