Creado en: mayo 31, 2021 a las 04:09 pm.
Unos Juegos Florales avileños Online
Aunque los Juegos Florales de la AHS avileña dieron cita al público general a las 9:00 pm del miércoles 25 de mayo, el anuncio como parte de los mismos, recorrió las redes sociales cada semana desde empezado el año, con textos de los poetas ganadores de los 20 anteriores certámenes.
Poemas estos, de cada cuaderno laureado con el “Poesía de Primavera” —premio del evento—, ocuparon su espacio en el perfil de Facebook de la filial avileña, hasta llegado el anunciado día cero, del que propició una antesala Celia Molina Sánchez —comunicadora de la sede provincial— seis horas antes, desde el patio de la Asociación, con una introducción histórica a las jornadas, auspiciada por el equipo de Qué Onda Tv.
La fundadora de este evento avileño, Ileana Álvarez, complementó el resumen histórico —al igual que luego lo harían José Rolando Rivero y Arlen Regueiro Más con posteriores sucesos—, centrándose en el primer encuentro, no sin antes mencionar el grupo de antecedentes griegos e hispanos que le llevaron a contemplar la idea, mientras laboraba en el Sectorial Provincial de Cultura en 1994. Ileana desde España —un salto hemisférico que permitió esta versión online— abrió la brecha de saltos intercontinentales que llenó de palabras, a ésta, su vital celebración.
A las 9:00 p.m., como se apuntó, rompió la inercia el joven repentista Rayner Nodal:
«Tiene entre los festivales
su trono la poesía
y duplica su valía
si hablo de Juegos Florales.
Son los versos los puntales
que sostienen la emoción
de los que en esta edición,
con orgullo y con ahínco,
celebran los 35
años de la Asociación.
Cumple la UNEAC los 60
y por alguna razón
ni el alma ni el corazón
de su gente se avejenta.
La cultura representa
lo que la vida nos da
por eso siempre estará
del pecho en alguna parte;
por esa razón el arte,
joven siempre será.
Otra edición que el poeta Arlen Regueiro Más organiza y a la que ofrece la formal bienvenida junto a las lecturas de miembros de su taller Brisa Nueva, con esos híper saltos espaciales de las que una imagen post producida se hace permisiva. Desde algún jardín, David Rodríguez Montano oró su texto Inefable, y sentado en un césped inter boscoso, Lázaro Delgado Valencia recitó Lo que resta, ambos de su propia autoría.
Los Juegos avileños se caracterizaron siempre por ser adornados con música, aunque generalmente trovadoresca. Esta ocasión la tomó la agrupación vocal femenina D’Lujo. Mientras la noche se hace ciudad fue una sección que se acercó más a las raíces del evento, presentando la trova de Diego Gutiérrez “En la luna de valencia”, Ariel Barreiros ”Despreocúpate muchacha”, y entre otros, a Eduardo Sosa “Santa María de las canciones”, pero las jornadas fueron muy experimentales en cuanto a creaciones artísticas que se vertebrasen con la poesía, así, la sección Cuando el verso se hace canción presentó a Amaury Pérez con Aguas sobre “Soneto” sobre la obra de Nicolás Guillen; sobre los versos de Federico García Lorca Romance de la peña negra, Ana Belén interpretó Lorquina y Joan Manuel Serrat, sobre la obra Cantares de Antonio Machado.
Verso fílmico fue el enunciado escogido para presentar los títulos del séptimo arte Buscando a Casal (2019), película cubana acerca del poeta de la Cuba española, Julian del Casal; A quiet passion (2016) basada en la vida y obra de Emily Dickinson; y Total Exlipse (1995) sobre la obra poética del joven precursor del modernismo francés, Arthur Rimbaud, y de Paule Verlaine; todos los filmes construidos, no solo sobre la vida de un poeta, sino que visual y dramáticamente se conciben con una estructura poética o típica de la poesía.
Cada episodio de lecturas permitió la libertad de creación en cuanto a escenarios, echando a volar la creatividad de cada participante para la realización del video que aportase; desde una calidad que podría describirse como muy espontánea —en el patio trasero de una casa de campo, bajo el cantar de los gallos—, hasta algunos postproducidos con Voz en Off e intercambios de planos visuales, con la mantención de un único plano sonoro; sin que faltasen aquellos en la muy típica sala de libros, con estanterías de fondo, alegóricas a la temática.
Niños así de grande fue el encuentro propiciado por el escritor Leo Buquet, para la edad infantil, con la lectura poética de su cuaderno de mismo nombre, mientras que El origen de la poesía homenajeó a grandes de los versos cubanos como Cintio Vitier o Fina García Marruz, y El jardín de la poesía —mediante entrevistas— a algunos poetas locales. El portal del infinito presentó libros de asociados, complementado con la presentación de Ediciones Ávila —patrocinador del premio— como “Reigen” de José Rolando Rivero, “Hasta que me transplanten” de Carmen Hernández Peña y “La justificación de Laura” de Masiel Mateos.
La edición recién concluída tuvo un extenso y variado programa qué como bien se pensó, abrió su espectro de alcance.
Los jurados de la XXI Edición de Poesía de Primavera: Katia Gutiérrez, Heriberto Machado y Norge Espinosa, firmaron el acta que en voz de Gutiérrez, decidió sobre las 19 obras concursantes:
“Uno: Otorgar mención, en igualdad de condiciones, a los libros ‘Espuela de cristal’ —del trinitario Darién Orlando Peña Prado— presentado con el seudónimo Escarabajo, por el dominio de los recursos poéticos, la limpieza de la escritura y el sostenimiento de un nivel elevando a lo largo de todo el conjunto; y ‘Bajo el hacha’ —perteneciente a la asociada moronense Claudette Betancourt— presentado bajo el seudónimo Rey Brabri por la presencia de una fragilidad cínica que el autor (o autora) maneja y utiliza, para mostrarse a veces, y otras ocasiones para esconder lo mismo el llanto que la maldad, propio o ajeno.
“Dos: Otorgar el XXI premio poesía de primavera al libro ‘Apnea’ —del holguinero Rubiel G. Labarta— (…) por ser éste un cuaderno que destaca por su escritura precisa y equilibrada, el cual desarrolla un tema al cual el autor le saca diversas variaciones, sin caer en extremos ni radicalismos.”