Creado en: noviembre 16, 2024 a las 12:35 pm.
Al amparo de la utopía
La Habana cumple 505 años, y su Bienal, 40. Es difícil pensar en un mejor escenario que esta ciudad al borde del mar y a los pies del Morro para albergar un evento así, que se declara en busca de los «horizontes donde habita la utopía» y por 15 ediciones ha resistido y se ha reinventado para mostrar las artes visuales de los pueblos de Asia, África, Oriente Medio, América Latina y el Caribe.
Todo ese cúmulo de belleza y saberes ha hecho de la capital de la Isla su plataforma desde 1984, cuando la idea de Fidel tomó forma en una cita única de su tipo en el mundo, que ha contribuido al reconocimiento internacional de la creación gestada en el Sur Global.
La urbe de «un barroquismo peculiar que hace las veces de estilo», al decir de Carpentier, se convierte con cada Bienal en una extensa galería, en la que el arte dialoga con la arquitectura, los espacios públicos y la gente, involucrándose en la vida y haciéndose parte de ella, sanando.
En instituciones culturales, parques, plazas, aceras, bodegas… la Bienal se apropia una vez más, hasta el 28 de febrero del año próximo, de la cotidianidad habanera; y propicia la reflexión desde una mirada inquisitiva, descolonizadora; a la vez que resalta las potencialidades de la ciudad, así como la necesidad de cuidarla, de poner el acento en el detalle, en esa búsqueda de lo bello que enaltece.
Marcado por los mismos avatares de su sede principal, que son también los del país, el programa sorprende: 172 artistas cubanos, más de 230 participantes extranjeros, 27 exposiciones del eje curatorial, cinco exposiciones conmemorativas, 76 exposiciones colaterales (que involucran a 490 artistas), y 14 proyectos especiales (cuatro en otras provincias).
Nelson Ramírez Arellano, director de la Bienal, dijo en la inauguración, acontecida ayer, que este esfuerzo de los organizadores y los artistas es un ejemplo de solidaridad con el pueblo y la cultura cubana.
En el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, con la presencia de las vicejefas del Departamento Ideológico del Comité Central, Marydé Fernández López, y Liudmila Álamo Dueñas, y Alpidio Alonso Grau, titular de Cultura, se celebró esa capacidad de amar, perseverar y buscar soluciones, que caracteriza al evento, pero también a su sede principal, y al país.
La Habana comparte los horizontes de estas búsquedas artísticas, que se unen «a contracorriente de las hegemonías y las jerarquizaciones occidentales»; y se ampara en las utopías defendidas, que son también sus columnas.