Creado en: julio 29, 2021 a las 06:56 am.
Bandera cubana: símbolo sagrado de la Patria
La bandera cubana, surgida tras siete momentos históricos, ocupa por su belleza el relevante número 16 entre 194 naciones de los cinco continentes, según una encuesta internacional para determinar los pabellones más lindos del mundo, confirmó el diseñador e investigador camagüeyano Enrique Echevarría Salazar.
Para prescribir la enseña nacional cubana actual se realizaron doce diseños en esos siete momentos históricos, puntualiza.
Documentos históricos en los que indagamos, afirma, la bandera defendida por el abogado bayamés Joaquín Infantes, descrita en el artículo número 100 de su proyecto de Constitución para la isla de Cuba redactado y publicado en Caracas en 1810 determina “La Bandera Nacional será un tricolor horizontal, verde, morado y blanco, combinación que no se sabe haya sido tomada todavía por otra nación”.
Añadió que la de “Los Soles y Rayos de Bolívar”, 1823, que aspiraba a establecer la República de Cubanacán: “Era un cuadrilongo orlado por una franja color rojo y su centro azul turquí; dentro de éste una cara circundada por dieciséis rayos, ocho rectos y ocho curvos, una delgada línea roja atraviesa en sentido horizontal la porción azul turquí y la porción de orla del lado del asta es mucho más ancha que el resto”.
Existió, asimismo, “la bandera de “La Mina de la Rosa Cubana”, 1847, ideada por Narciso López, de la que se conocen tres diseños. Uno es tricolor, azul, blanco y rojo, otro consta de dos franjas azules separadas por una blanca y en la parte izquierda de la franja inferior hay una estrella blanca de ocho puntas; en el tercer diseño se repitan los colores de la anterior, pero la estrella es roja y está colocada en la franja blanca también a la izquierda”.
Precisa el investigador que en 1847 se reconoce el cuarto diseño de la bandera cubana, la del club de La Habana, francamente anexionista con gran semejanza a la estadounidense.
“Tenía tres franjas rojas separadas por dos blancas, que son más estrechas que las rojas. A lo largo de la parte del asta es un rectángulo azul en cuyo centro hay una estrella blanca de ocho puntas”. Echevarria Salazar consideró como fantástico el quinto diseño de la bandera cubana, que data de 1849, la que es hoy la enseña nacional.
Ideada por Narciso López y traída por éste a Cuba en el 1850 y 1851, enarbolada por Agüero (1851) y por Francisco Estrampes, en Baracoa (1854). “Su diseño original eran tres franjas azules separadas por dos blancas de ancho uniforme; un triángulo rojo con su base hacia el asta y una estrella blanca de cinco puntas, una de las cuales apuntaba hacia el vértice. Es nuestra bandera oficial con sola variante de que una de sus puntas queda en posición vertical”.
El especialista expuso que la sexta motivación de diseño de la bandera cubana corresponde al año 1868, se trata de la enarbolada en La Demajagua en 1868, de forma casi cuadrada.
“La faja inferior es azul y algo más estrecha que la formada por el blanco y rojo, este último en forma rectangular con su perpendicular a la línea longitudinal de la bandera y que lleva en su centro una estrella blanca colocada en la misma forma que en la de Narciso López, la proporción blanca es un cuadro casi perfecto.
“Según el ceremonial marítimo de Cuba, establecido por decreto del general José Miguel Gómez y redactada por el coronel Julio Morales Coello, jefe entonces de la Marina Nacional, la bandera de La Demajagua se izará a proa de todos los buques de la Marina de Guerra Nacional, de manera que estén juntas las dos enseñas de los libertadores cubanos y el Artículo 5° de la Constitución de 1940 a vigencia, la bandera de Céspedes cuando, por excepción autoriza sea enarbolada en Bayamo, Ciudad Monumento”.
Indagaciones realizadas por Echevarría Salazar demuestran que una séptima opción de diseño de bandera nacional se propuso en 1895 por los autonomistas hermanos Lora, en Baire. “Consta de tres franjas amarillas y dos rojas, todas iguales; de esquina, oblicuamente, dos listas blancas. Fue ocupada por las tropas españolas en el campamento de Las Yeguas.
Fugaz resultó su aparición, terminando con la unión de los Lora y las fuerzas de Rabí. El investigador camagüeyano Enrique Echevarría Salazar significó la labor de diseño, suntuosidad y belleza de la actual bandera nacional. Precisó que debe constituir para los cubanos un gran orgullo de que la bandera esté entre las más elogiadas del mundo, incluso por encima de naciones de Asia, África, Europa y América.
Se recuerdan para siempre los versos de Bonifacio Byrne (1861-1936):
MI BANDERA
Al volver de distante ribera,
con el alma enlutada, y sombría
afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto además de la mía!
¿Dónde está mi bandera cubana,
la bandera más bella que existe?
¡Desde el buque la vi esta mañana,
y no he visto una cosa más triste!…
Con la fe de las almas austeras
hoy sostengo con honda energía
que no deben flotar dos banderas
donde basta con una: ¡la mía!
En los campos que hoy son un osario
vio a los bravos batiéndose juntos,
y ella ha sido el honroso sudario
de los pobres guerreros difuntos.
Orgullosa lució en la pelea,
sin pueril y romántico alarde:
¡al cubano que en ella no crea
se le debe azotar por cobarde!
En el fondo de obscuras prisiones
no escuchó ni la queja más leve,
y sus huellas en otras regiones
son letreros de luz en la nieve…
¿No la veis? Mi bandera es aquélla
que no ha sido jamás mercenaria,
y en la cual resplandece una estrella
con más luz, cuanto más solitaria.
Del destierro en el alma la traje
entre tantos recuerdos dispersos
y he sabido rendirle homenaje
al hacerla flotar en mis versos.
Aunque lánguida y triste tremola,
mi ambición es que el sol con su lumbre
la ilumine a ella sola —¡a ella sola! —
en el llano, en el mar y en la cumbre.
Si deshecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día…
¡nuestros muertos alzando los brazos
la sabrán defender todavía…