Creado en: noviembre 22, 2024 a las 09:28 am.

Coro Diminuto, 30 y otro más

Carmen Rosa López, en una actuación en el Centro Fidel Castro Ruz. Foto: Tomada de la Página de Facebook del centro cultural

Por Oni Acosta Llerena

Una de las más enriquecedoras facetas del panorama sonoro cubano ha sido la música infantil. Existen figuras que, desde la pedagogía y la metodología para edades tempranas, tanto en la apreciación como en el estudio musical, es preciso mencionar: Olga de Blanck, Cuca Rivero, María Álvarez Ríos, Gisela Hernández…

 Luego del triunfo de la Revolución y la asimilación a nivel nacional de planes de estudios especializados, la inserción de ellas en diferentes etapas del desarrollo infantil y en diseñar proyectos al respecto, fue fundamental. De esa manera, y junto al extraordinario imaginario poético y trovadoresco de Teresita Fernández, el mundo infantil cubano crecía, aparejado a una modalidad que perdura hasta hoy: el universo coral.

Así, dentro de los avatares de la enseñanza artística, creada en 1962, se fueron formando jóvenes directores corales que, ungidos por la magia creativa, tanto de la tradición oral cubana como del academicismo y el estudio acompañante, encontraron una vocación de por vida.

De esa estirpe proviene Carmen Rosa López, quien cursó estudios de dirección coral y en los años 80 llegó a la Escuela Elemental de Música Alejandro García Caturla a impartir esta asignatura. Sus conocimientos sobre la tradición coral y sus repertorios afines, unido a sus contactos profesionales con diversos autores del género, sembraron en ella la idea de fundar un coro en el que convergieran todas las aristas posibles de tal empeño, y se pusieran en práctica algunos de los más importantes conceptos de la pedagogía musical en el país. Así, el 4 de noviembre de 1993, funda y dirige el Coro Diminuto conformado por estudiantes del conservatorio capitalino.

Dentro de la línea musical del proyecto estuvo el acercamiento a los clásicos cubanos. Por eso encontramos textos de Martí musicalizados, así como obras para coro de los maestros Guido López-Gavilán, Andrés Alén y Frank Fernández.

Gabriela Mistral, Mirta Aguirre y Dora Alonso han sido también cantadas por Diminuto, así como canciones de Teresita y Silvio, clásicos como la Mateodora o Bilongo. También la agrupación ha defendido obras firmadas por jóvenes autoras como Keyla Orozco o Aileen Carvajal; ha colaborado con diversos artistas como Lidis Lamorú, Roberto Valera, la compañía Danza Contemporánea de Cuba, Los Van Van o Rosa Campo, y posee una corta pero muy interesante discografía que incluye un premio Cubadisco en 2019 con el fonograma Canta, disfruta y crece (Bis Music).

Mencionar el empeño y el compromiso para con el género de su fundadora es obligatorio, así como su contribución, durante estos 31 años, a divulgar el conocimiento del mejor repertorio infantil cubano en cada presentación. Y todo ello, como un monolito indestructible, es obra también del Sistema de Educación Artística nacional.

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