Creado en: octubre 31, 2024 a las 11:50 am.
Cultura y Patria, intrínsecamente unidas
Las sesiones del X Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, se han convocado para este 2024 bajo la sentencia del intelectual Fernando Ortiz: “La Cultura es la Patria”.
Sobre el significado que entraña ese concepto, el narrador, ensayista, profesor y crítico de arte Francisco López Sacha recuerda cómo Carlos Marx planteó que la segunda naturaleza del hombre es la cultura, un proceso que posibilitó los avances civilizatorios y el nacimiento de las naciones.
Sobre el caso cubano señala que es muy particular, porque “la generación que hizo la Patria, la de la Guerra del 68, provenía de la aristocracia de origen cubano y español, pero lentamente, en la pelea, en la conquista de los grandes ideales de la libertad y de una cultura propia, se hizo cubana, y se dio cuenta de que no podía haber diferencia ente blancos y negros”.
Por ejemplo -señala el escritor nacido en Manzanillo en 1950- el primer acto de Carlos Manuel de Céspedes en su ingenio La Demajagua el 10 de octubre de 1868 no fue solamente proclamar el ideal de independencia de Cuba, sino también la abolición de la esclavitud. Céspedes era poeta, era músico, era campeón de ajedrez. Era un hombre de la élite cultural de esa zona del oriente del país, y la mayoría de los patricios cubanos provenían de cuna rica y habían pasado por los procesos de la cultura.
“El principal valor que esgrime Céspedes cuando se alza en armas en La Demajagua era la defensa de la identidad cubana, y ser cubano implica un acto de reconocimiento patriótico”, subraya López Sacha y destaca cómo José Martí poco después diría que “Patria es Humanidad”.
“En Cuba, Patria, Humanidad, Cultura están intrínsecamente ligados. No puedo partir sino de mis orígenes, y mis orígenes están en La Demajagua, en el pensamiento libertario de los patricios cubanos, en la lucha por la igualdad social, por la abolición de los privilegios y de la esclavitud; por el crecimiento de una nación que va a nacer libre del pecado, digamos, de la venta y compra de las almas, como podía ser el capitalismo. Nace a la vida humana como una patria en el sentido de reconocimiento de los valores intrínsecos de la identidad, y al mismo tiempo, de apertura hacia los grandes ideales de la humanidad”, argumenta igualmente el destacado intelectual, y enfatiza que eso es lo que identifica a Cuba, en su origen y hasta hoy.
“La Revolución Cubana, ésta, lo que hace es potenciar, desarrollar y llevar a una expresión más amplia los grandes ideales de Céspedes, Martí y Maceo. Proyectarlos y crear un sentimiento de unidad entre la Patria y la cultura. Fernando Ortiz lo vio con mucha claridad. Por eso se le llama el tercer descubridor de Cuba, porque descubrió la naturaleza étnica del pueblo cubano y también la naturaleza libertaria de la revolución cubana”.
Unidad de la diferencia
Ante la proximidad del X Congreso de la UNEAC, en momentos muy complejos y definitorios para el país, Francisco López Sacha opina que la existencia de la organización de escritores y artistas siempre estuvo ligada a un principio: la unidad de la diferencia.
En ese sentido pregunta: “En el año 1961 ¿quiénes ingresaron en la UNEAC? Había católicos, comunistas, los que no tenían partido, los abakuá…Es decir, ahí estaba la sociedad cubana que quería desarrollarse en medio de un proceso revolucionario”.
“Por tanto -añade- una de sus virtudes está en su propio nombre: Unión, donde se van a transparentar los grandes intereses patrios, los de la nación, la sociedad, la lucha contra el racismo, la lucha antimperialista, la independencia cultural. Son intereses muy sagrados”.
“En la UNEAC se abrió sobre toda la idea de que la cultura es un bien colectivo de todos los cubanos, y sin cultura no somos nada. La cultura es raíz esencial, que movió a Céspedes a alzarse en La Demajagua y a Fidel a asaltar el Moncada, y ha movido históricamente los grandes momentos del desarrollo social y político de este país”, subraya el polifacético escritor.
Advierte que la cultura es un valor permanente, y no podemos darnos el lujo de perder la identidad cultural, porque perderíamos la raíz esencial que nutre la condición particular del pueblo cubano y es lo que defendemos. Lo ha defendido desde la literatura, el ballet, la música, la plástica, el sonido, el cine, como parte nuestra, que le pertenece también al mundo.
Sobre las cuestiones más importantes que abordará el cónclave, Sacha considera que “serán las mismas que Fidel se planteó en 1961, cuando pronunció su crucial discurso conocido como “Palabras a los intelectuales”. Dejó claro el respeto a la integridad moral del escritor y del artista, a su posibilidad creativa. Y eso ha sido un baluarte de la Revolución Cubana”.
Y añade también: “Si el artista es honesto en su expresión, estamos triunfando, estamos ganando algo muy grande para el pueblo y el mundo. Y tenemos que pelear por el desarrollo del movimiento artístico y del consumidor de arte. La UNEAC ha asumido esa responsabilidad, junto con el Ministerio de Cultura y otras instituciones. No podemos dejarnos vencer en ese aspecto.
La naturaleza cultural del pueblo cubano es lo que sostiene la Revolución. Por eso Fidel lo alertó en el VI Congreso de la UNEAC, en 1993, cuando dijo que “la cultura es lo primero que hay que salvar”. Lo dijo porque él, imbuido de grandes conocimientos culturales, asaltó el Moncada y desarrolló un movimiento guerrillero en la Sierra Maestra y se abrió -como Cuba- a las expresiones más importantes de la cultura universal y las integró a los principios martianos y a los principios del desarrollo político contemporáneo. Eso no se puede olvidar”.
“Este Congreso podría tener ese enfoque, como han tenido otros, pero sobre todo ahora, cuando somos “más pobres”. Pero voy a pensar como Lezama: creo en la pobreza irradiante. La que está creando valores para sostener a un pueblo. La economía va y viene. Pero el pensamiento cultural, el sentimiento de ser cubano, no va y viene. Eso está y hay que desarrollarlo, potenciarlo, darlo a conocer dentro del arte. Tenemos la tarea de ir, en un pedacito de nuestras obras, trasmitiendo esos grandes valores de los padres de esta nación, que siguen siendo los nuestros: la igualdad social, la libertad. Los valores que movieron el movimiento revolucionario cubano y lo siguen moviendo hoy”.
Con optimismo frente a las claves del presente y del futuro, López Sacha asegura que, si el X Congreso de la UNEAC defiende esos valores y se plantea nuevas metas en relación con ellos, será exitoso.
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