Creado en: abril 20, 2024 a las 09:34 am.
Girón en otras canciones
La evocación de la victoria de Playa Girón se ha hecho acompañar por una formidable banda sonora que en días como estos resuena en la memoria popular y nutre el imaginario sonoro de las generaciones emergentes.
En la radio y la televisión, en plataformas digitales y mensajes, confirman sus valores Girón, preludio, de Silvio Rodríguez, y Girón, la victoria, de Sara González. Canciones para nada panfletarias que transpiran una atmósfera épica en medio de un discurso en el que las imágenes poéticas resaltan la dimensión de la respuesta de la nación agredida por fuerzas organizadas y pagadas por un vecino calificado por Martí como «el Norte revuelto y brutal».
Sara contó al colega Guille Vilar cómo la idea de cantar al triunfo sobre la invasión partió del maestro Frank Fernández, en los tempranos años 70, cuando el Movimiento de la Nueva Trova, recién estructurado a escala nacional, propuso rendir homenaje, con el auspicio del Departamento de Cultura de la Unión de Jóvenes Comunistas, a los mártires y héroes de la gesta.
Pero no solo aportaron sus talentos Silvio y Sara. También Eduardo Ramos, guitarrista, bajista y compositor, que compartía taller y labores con sus amigos trovadores en el Grupo de Experimentación Sonora del Icaic, liderado por Leo Brouwer en el seno de la institución fundada por Alfredo Guevara.
Entre Girón, preludio y Girón, la victoria, Eduardo concibió una canción que funcionaba como un eficaz y elocuente enlace: Girón, la batalla. En ella destacan algunos de los rasgos que sustentaron la poética musical de Eduardo, a saber, la explotación de patrones rítmicos irregulares y la intensidad melódica. Valdría cada vez que sea pertinente mostrar el tríptico trovadoresco en su integralidad. Estamos hablando de un compositor al que se deben páginas imprescindibles como la Canción de los cdr, y Su nombre es pueblo.
Otras dos canciones, al menos, no deben ser obviadas. A pocos días de la victoria, Manuel Alfonso, miliciano, militante comunista, constructor de guitarras (Leo Brouwer valoró más de una vez la factura de sus instrumentos) se inspiró para crear Playa Girón, obra de pretensiones líricas, grabada por la irrepetible Esther Borja, con la orquesta y el coro del Instituto Cubano de Radiodifusión, conservada en un fonograma que circuló en 1968 para honrar los cien años de lucha del pueblo cubano.
La otra pieza para tomar en cuenta es Remember Playa Girón, de Carlos Puebla. No podía estar ausente un creador que sobresalió por registrar, con hondura, de modo directo y con fidelidad a la tradición sonera, los hitos del proceso de transformaciones revolucionarias y el enfrentamiento contra sus adversarios. El cantor de la Revolución legó una obra imprescindible.