Creado en: junio 8, 2021 a las 08:32 am.
José Luis Arzola: un abogado que escribe con La Toga de Honor (+Podcast)
José Luis Arzola Fernández recién se estrenaba en el estrado como fiscal, en la provincia de Ciego de Ávila, cuando entintó la pluma para escribir su primer libro.
Ya sentía una pasión indómita por la literatura, pero ese no sería un texto de cuentos, ni de novelas, y mucho menos de poesía. Él aunaba páginas de utilidad para juristas de cualquier órgano judicial o actividad, al tiempo que servirían de material de estudio para los alumnos de la carrera de Derecho.
El punto final de la página 346 del Diccionario de expresiones y términos jurídicos, lo puso junto a Marzio Pérez Echemendía, un abogado de trayectoria fértil en predios espirituanos.
«En 1979 yo era estudiante, y en la Fiscalía nos dieron tres hojitas de papel bond con términos, para que supiéramos sus significados y fuéramos introduciéndonos en el lenguaje del Derecho.»
«En mí fueron surgiendo dudas. Cada vez que consultaba una ley, y veía una palabra que me llamaba la atención, la agregaba y le buscaba el significado. Ahí comenzó la idea del libro.»
«En los años 80 intenté publicarlo, pero no fue posible. Marzio se jubiló y me dijo: “vamos a ampliarlo”. Hicimos gestiones, otra vez, y logramos concretar el sueño. Fue publicado, en 2009, por la editorial Oriente.»
Ustedes son un binomio de abogados con un arsenal respetable de conocimientos y experiencias en el mundo de las leyes ¿Cómo se repartieron las páginas en blanco?
Toda la parte de los Penal es mía, y algunos vocablos de la materia de Derecho Civil. La mayor parte de Civil tiene el sello de Marzio. Él es una persona muy estudiada, muy conocedora de esa disciplina. Gracias a él creció el libro inmensamente. Lo publicamos en la editorial Oriente.
¿En qué medida ese texto tiene que ver con el Diccionario de sinónimos y antónimos jurídicos que vino después?
El Diccionario de sinónimos y antónimos jurídicos se derivó de ese primer libro. Yo tenía una parte escrita, pero la editorial Oriente me dijo que era muy grande. Entonces lo hice solo, como un texto aparte.
¿Qué impacto crees que han tenido esas letras, a mi juicio de mucha valía, no solo para los entendidos del Derecho?
Ha sido de gran utilidad en el trabajo del abogado. La valía para el estudiante de Derecho ha sido grande. Me lo han comentado personas de todo el país, incluso muchos refieren tener esos libros.
Me cuentan que lo tienen encima del buró para cuando hacen un trabajo, remitirse a él y buscar el significado de una expresión. Con el de sinónimos y antónimos pasa igual. Se auxilian de él para no repetir innecesariamente una palabra.
La idea que siempre he tenido es que el profesional de Derecho debe ser una persona que utilice muy bien el idioma, y esa es la mejor forma.
El impacto ha sido muy favorable porque lo consideran de mucha utilidad, precisamente, por esa forma que tiene de poder ampliar el sentido de los escritos de los recursos, de las demandas, o en cualquier escrito que se haga en el ámbito jurídico.
El Derecho y la escritura, basada en la investigación, apasionan a este jurista, quien lleva 42 años manoseando las leyes. Ellas han sido de inspiración para el nacimiento de otras obras, aun inéditas.
En estos momentos tengo tres proyectos de libros. Dos ya están terminados, listos para presentar, un proceso detenido por la pandemia de la COVID-19; incluso están inscriptos en el Centro Nacional de Derecho de Autor, (CENDA).
Uno se titula Los valores en la sociedad cubana actual y Martí como paradigma ético; y el otro La ética en el ejercicio del Derecho. El tercer libro lleva por título La abogacía: una profesión de grandes.
Casi todas las grandes personalidades del mundo han sido abogadas. Si analizamos Cuba, pues comienzas por Carlos Manuel de Céspedes, Perucho Figueredo, Ignacio Agramonte, José Martí, Rubén Martínez Villena, Carlos Rafael Rodríguez, Fidel…
Del mundo, bueno, Lenin, Gandhi, Benito Juárez. El 45 por ciento de los presidentes de Estados Unidos eran abogados, y alrededor del 50 por ciento de los presidentes de América Latina, también. He compilado todos esos datos, y pienso que, realmente la abogacía es una profesión de grandes.
Este 8 de junio, cuando se celebra, en Cuba, el Día del Trabajador del Sector Jurídico, José Luis Arzola Fernández mira con detenimiento La Toga de Honor que, en 2020, le otorgó la Organización de Bufetes Colectivos, de Sancti Spíritus, por su desempeño meritorio y ético. Entonces siente que debe llevarla con honor toda la vida, y mantener con tinta su pluma para usarla en función del Derecho.