Creado en: septiembre 5, 2024 a las 09:22 am.

La canción y ellas

Heidi cree que las mujeres tienen una forma particular de ver el mundo y reflejarlo. Foto: Tomada del perfil de Facebook de la entrevistada

«El talento y el virtuosismo, a mi entender, no tienen que ver ni con el sexo, ni con el género. Si hay una obra fuerte e importante en la trova cubana hecha por mujeres, es porque han sido talentosas y virtuosas; puedo mencionar desde María Teresa Vera, Sara González, Marta Valdés o Liuba María Hevia, hasta la santaclareña Yaima Orozco».

Heidi Igualada responde con la seguridad de quien ha reflexionado mucho sobre el tema y también ha sido una de las protagonistas de esa historia. La trovadora, quien funge como Presidenta del Encuentro de Cantoras Ella y yo, cuya séptima edición tiene lugar en La Habana desde el 4 y hasta el 8 de septiembre, cree que la impronta de las mujeres en el campo de la canción va más allá de los aportes musicales o líricos.

«Su obra crece por la valentía, por decir en sus cantos lo que no toda mujer se ha atrevido a gritar a los cuatro vientos por los siglos de los siglos. La mujer cantora de Cuba y de Latinoamérica es vocera de intereses, de preguntas aún sin respuestas, de batallas ganadas o perdidas, y de amores».

Dice a Granma que encuentra sutiles diferencias entre la canción hecha por hombres, y por mujeres: «A la hora de abordar las temáticas y hasta melódicamente, hay una visión distinta de cómo ves el mundo y lo devuelves; porque, obviamente, no somos iguales hombres y mujeres, ni estamos bajo el mismo rasero.

«Creo que es una cuestión de naturaleza, de percepción, lo que no tiene nada que ver con la calidad de la obra, hay mujeres muy talentosas y otras no lo son, asimismo como hay hombres talentosos y otros no».

Ella y yo propone esta vez conciertos, incluido uno para el público infantil; peñas, descargas y reflexiones teóricas, con participantes de Cuba y de otras naciones, en varios escenarios de la capital. Heidi llegó a presidir el evento sin apenas proponérselo.

«Cuando hicimos el primer encuentro, el día de la rueda de prensa, alguien me dijo “tú eres la Presidenta”…, yo me sorprendí, pero ya iba a sentarme en la mesa a hablar del festival y no riposté nada.

«Empezamos queriendo realizar solamente dos conciertos con cantoras, todo a petición de las mismas implicadas; era un asunto latente, surgía el reclamo siempre que nos juntábamos en los festivales de trova. Arrancamos en 2017 y se fueron sumando cada vez más cantoras de la Isla y de otras partes.

«Tal vez por la tradición de roles heredada en una cultura patriarcal, el de la trova es, efectivamente, un mundo en el que hay más hombres que mujeres. También es real que la obra de las mujeres trovadoras es menos difundida, salvo excepciones; porque hay pocas, pero las hay, y con una obra gigante que a duras penas se conoce.

«Por eso con el festival tratamos de que la gente vea que existimos y que hay una obra hermosa por descubrir aún; que no es vergonzoso, que muchas tienen hijos y hogar y no por cantar los han desatendido, así mismo como hay hombres trovadores que también son padres y tienen que lidiar con una casa, a veces ellos solos, y la canción no ha sido un impedimento, aunque conlleve un sacrificio extra, por una de las características de este trabajo que es estar en constante movilidad».

Los resultados del encuentro, hasta ahora –en esta ocasión dedicado a Ángel Quintero y el programa Entre Manos–, la entusiasman: «Hemos descubierto a muchachas muy jóvenes guitarra en mano y defensoras de esta manera de cantar como Alejandra del Risco y Yeni Turiño, de Santa Clara, o  el dúo Dulce Kpricho, de Camagüey. La pretensión es que se sigan sumando y multiplicando».

Heidi solo carece de argumentos cuando se le pregunta por una esencia, por cierta vocación en la que se sustentan sus elecciones:

–¿Por qué trovar?

–Ah, eso no lo sé, no lo elegí, yo nací así.

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