Creado en: agosto 25, 2024 a las 12:08 pm.

Miguel, la Uneac y sus múltiples derroteros

Por: Yelaine Martínez Herrera

Miguel Díaz Nápoles entiende su compromiso. Pero lo sabía desde antes, desde que ingresó las filas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), al asumir luego como uno de los vicepresidentes del Comité Provincial y, más ahora, que comanda aquí la vanguardia artística; enorme tarea.

El periodista acucioso, de palabra directa y picardía criolla, cuya firmeza disimula las ojeras dejadas por el trabajo, ha ampliado su diapasón desde el pasado 19 de abril, momento en el que se desarrolló la Asamblea de Balance de esa institución en Las Tunas (período 2019 – 2024), previa al X Congreso (por celebrarse en octubre), cuando salió electo presidente. “Ahora miro a la Uneac con una mirada más amplia”, confesó a 26, y rápidamente se prestó al diálogo.

Miguel, ¿cómo valoras el funcionamiento de la Uneac hoy en el territorio?

Está en un buen momento, especialmente en cuanto a la creación.Trabajamos en los acuerdos del IX congreso, algunos de los cuales no se han cumplido, los emanados del pasado cónclave en la provincia, así como las proyecciones por cada filial. Sin embargo, debemos incidir más en vertientes como la formación de públicos, uno de los aspectos en los que aún estamos flojos. Queremos desarrollar acciones para atraer a las personas hacia las actividades de nuestra sede y, luego, trasladarnos también hacia diferentes comunidades. Es una tarea ardua, pero totalmente necesaria.

¿Y qué otras áreas signan su quehacer en la actualidad?

Nos preocupa el mantenimiento de las obras escultóricas de la provincia, muchas de las cuales poseen gran deterioro, de ahí que desde hace varios años este sea tema recurrente en nuestros análisis. Asimismo sucede con varias instituciones patrimoniales de Las Tunas y Puerto Padre, que muestran un deplorable estado constructivo, especialmente aquellas de la Villa Azul.

Tenemos que echar a andar la comercialización de las artes plásticas, algo que está aprobado a nivel de país, pero amerita de un soporte económico para su implementación. Por ejemplo, queremos que la galería de la Uneac sea comercializadora, que las personas visualicen la obra y, si desean, puedan comprarla. En ese sentido, figura igualmente la realización audiovisual. Todo nuestro arte se puede comercializar, pero queremos empezar por la plástica, cuyo proyecto está sustentado desde hace tiempo.

La Uneac también se ha distinguido por estrechar vínculos a lo largo de su historia con otras instituciones u organismos. Imagino que esto forme parte, igualmente, de sus actuales proyecciones…

Por supuesto, nos ocupa en gran medida interrelacionarnos con otras entidades, acercarnos a la comunidad, fortalecer lazos con universidades y otros centros educativos, con la Unión de Jóvenes Comunistas, la Asociación Hermanos Saíz e instituciones de nuestro sector y diferentes esferas. A partir de septiembre, queremos impulsar nuevos convenios de trabajo con varios de esos factores, como establecen nuestros reglamentos y estatutos. Y queremos rescatar otros que hicimos en algún momento, pero debemos consolidar.

Todo ello, sin dejar de avivar la creación, que muchas veces se enfrenta a carencias materiales, pero aun así no se detiene. Es el caso de los artistas de la plástica, cuyos materiales no siempre están al alcance. Nos interesa hacerles más llevadera la vida a nuestros afiliados, que son 125 en total, 108 en el municipio Las Tunas y 17 en Puerto Padre.

¿Cuál consideras es la mayor fortaleza y el mayor desafío que tiene la organización en estos momentos en nuestra provincia?
La mayor fortaleza está en los propios miembros, en su calidad. Sin embargo, es una realidad que hemos ido envejeciendo y, aunque en el último crecimiento entraron algunos jóvenes, sabemos que existen otros con potencialidades para integrar el gremio, porque tienen una obra sustancial. Debemos buscar nuevas maneras de atraerlos. Eso es vital. Puerto Padre ha estado en peligro de perder su comité por cantidad insuficiente de integrantes. Un comité municipal amerita de al menos 15 miembros y poseen pocos números por encima. La Uneac como organización debe proyectarse en pos del crecimiento.

¿Los temas que has mencionado figuran en la agenda que Las Tunas llevará al X Congreso a nivel de país?
Sí, claro. La comercialización, la defensa del patrimonio, la necesidad de aumentar la membresía, la formación de públicos y el trabajo comunitario han sido tópicos recurrentes en los diálogos y proyecciones de nuestro quehacer. Por supuesto, nos interesa hablar de ello en la magna cita de la organización.

Para finalizar nuestra conversación…, ¿qué ha significado para ti como ser humano y profesional ser miembro de la Uneac?

La Uneac me ha cambiado la vida. Entré a la organización en el 2004 por Radio y, luego, también abracé la Televisión. Estoy en la presidencia desde el 2006, primero como presidente de la Filial de Cine, Radio y Televisión, después como vicepresidente y, ahora, en calidad de presidente, lo que me permite tener una mirada más abarcadora. He ido a congresos. He aprendido mucho. Han sido años de crecimiento. Hoy soy otra persona, otro profesional.

…

Dos décadas lleva Miguel en las filas de la vanguardia artística. Él representa no solo el aliento de nuestros creadores más destacados, sino una parte latente de la cubanía, esa que apuesta -incansablemente- por una sociedad cada vez mejor y fiel a sus raíces. Bien dijo el intelectual cubano Fernando Ortiz: “La cultura es la Patria”.

El reportero, docente y realizador audiovisual, devenido en líder en el Balcón de Oriente de un gremio vital para el país, sabe que -como expresó el primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del IX Congreso de la Uneac, el 30 de junio del 2019: “Todas las instituciones culturales existen por y para los creadores y su obra”. Enaltecer ese principio es indudablemente uno de sus cometidos.