Creado en: octubre 17, 2024 a las 10:29 am.

«No podemos renunciar a defender nuestra identidad y cultura»

Carlos E. Rodríguez Lora, uno de los fundadores de la Fiesta de la Cubanía. Foto: Tomada de Habana Radio

Por Mailenys Oliva Fernández

Concebida desde su fundación como una cita aglutinadora en la que convergen historia, identidad y cultura, la Fiesta de la Cubanía –certamen que cada año se celebra en Bayamo, Granma, del 17 al 20 de octubre– constituye una expresión raigal de las esencias de la nación que debemos defender y preservar.

Así lo asegura el destacado intelectual granmense Carlos Enrique Rodríguez Lora, uno de los fundadores de la Fiesta, y quien fungía, además, en ese momento inicial del evento –hace ya 30 años– como director de la Casa de la Nacionalidad Cubana e historiador de la ciudad de Bayamo.

–¿Por qué era importante fundar una festividad para celebrar la cubanía, precisamente en una ciudad como Bayamo?

–Bayamo es la cuna de la Patria. Es una ciudad-historia marcada por momentos memorables desde su fundación como villa, en 1513, hasta lo que es hoy. Aquí, por solo citar algunos ejemplos,  nacieron varios de los padres fundadores de la nación cubana, y se escribió la primera canción romántica y trovadoresca de la Isla. Bayamo fue también la primera urbe liberada por los mambises y donde se entonó, por vez primera, el 20 de octubre de 1868, nuestra Marsellesa, devenida Himno Nacional.

A esos sucesos se unen la quema gloriosa de la urbe, el 12 de enero de 1869, y el asalto al cuartel Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, lo que, junto a otros elementos, justificaban histórica y patrióticamente esa celebración cultural.

–Cuando nació la Fiesta de la Cubanía, ¿qué pretendió ser?

–Ya desde 1980 se había declarado el 20 de octubre como el día de la Cultura Cubana, y la Fiesta nacía con el propósito de respaldar esa fecha desde una mirada integradora, en la que convergieran las diferentes manifestaciones artísticas, pero con un significativo peso en el ámbito académico y científico.

«De vital importancia ha sido la existencia, desde dos años antes, del evento teórico Crisol de la Nacionalidad Cubana, el cual, creado por investigadores de la Casa de la Nacionalidad en Bayamo, se convirtió, desde ese momento, en el principal programa académico de la Fiesta».

–¿Cómo valora estos 30 años de la Fiesta de la Cubanía?

–La Fiesta arrancó en 1994 con la presencia del entonces ministro de Cultura Armando Hart Dávalos, y comenzó a tener su periodicidad anual, bajo la idea de resaltar los valores patrióticos y culturales de la nación.

«Esa conjugación ha unido, año tras año, a escritores y artistas junto con investigadores, filósofos e historiadores, quienes han ido aportando nuevos conocimientos y experiencias. También dentro del evento nacieron las brigadas artísticas para recorrer las escuelas, y después, por iniciativa de René Reyes Blázquez, director de la Guerrilla de Teatreros, surgió el periplo Cantar por la ruta de Céspedes, el cual lleva el teatro, la música, la literatura y la historia hacia las comunidades y lugares por donde pasó Céspedes desde su salida de Demajagua, el 10 de octubre, hasta producirse la toma de Bayamo, el 20 de octubre.

«Eso ha marcado de manera singular la Fiesta, porque esta celebración no ha sido un evento de una élite investigadora, sino un acontecimiento cultural pensado para todos los sectores».

–¿Qué significa para Cuba la Fiesta de la Cubanía?

–Patria, identidad, cultura y tradiciones de un pueblo. Ese es el concepto de la Fiesta, y de lo que defiende, porque sin patria y sin libertad no tendría sentido hablar de cubanía.

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