Creado en: agosto 7, 2024 a las 06:00 am.

Noel Nicola: cientos de razones para no olvidar

“Detrás de esta guitarra hay un tipo ni bueno ni malo que cuando llueve observa con calma su patio mojado, pendiente de guerra, sediento de años”.

Noel Nicola

Todos sabíamos que su partida de este mundo era demasiado pronto. Sólo 58 años de vida es muy poco para la mente creadora de un hombre apasionado que renovó la tradición sonora de la Isla, junto a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.

Noel Nicola, uno de los creadores de la Nueva Trova cubana, nació un 7 de octubre de 1946 y pocos años después, en su adolescencia, llegarían las primeras composiciones, bajo la influencia de una familia de músicos que le brindaron los saberes iniciales.

La Casa de Las Américas sería la plaza escogida para que en 1968, Nicola se presentara por primera vez junto a Silvio y Pablo, dando así inicio a un movimiento que consolidaría temáticas rebeldes y de gran poética, y que ganaría rápidamente la atención de fanáticos y especialistas del género.

Cientos de razones para no olvidar al autor de temas antológicos y de gran significación dentro de la música cubana como Por la vida juntos, Comienzo del día, Para una imaginaria María del Carmen, Son oscuro, Es más, te perdono, Ámame así como, entre otras; interpretadas en su mayoría por voces consagradas como Elena Burke, Miriam Ramos, Santiago Feliú y Joan Manuel Serrat.

A finales de la década de los 60, el llamado elegido de la trova se incorporó al legendario Grupo de Experimentación Sonora del Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográfica (ICAIC), bajo la dirección de Leo Brouwer, y que fue una escuela para sus integrantes.

También cursó estudios teóricos en el Instituto de Etnología y Folklore de la Academia de Ciencias de Cuba, lo que evidencia la gran capacidad y voluntad de superación, parte esencial en su vida que le brindó a la formación.

Autonombrado trovador sin suerte, Noel Nicola fue un juglar que enamoró con su lírica hasta los más escépticos de la poesía y así lo confirman fragmentos de muchas de sus canciones, entre ellas, la que muchos cubanos recordamos de la novela “Pasión y Prejuicio”:

Amor, por entregarte el alma mía

Fiel a mi corazón y a mi querer


Te he dado yo en la flor de mis caricias

La aurora de mi cuerpo de mujer


Qué noche tan hermosa nos quisimos

Mentiras y temores aparté


Qué pura fue la entrega que vivimos


Soles y estrellas de luz y amor

Cayeron a nuestros pies…”

Pasión que desbordaba un hombre de temperamento sereno, pasivo, tranquilo, calificado por Silvio Rodríguez como «fundamental desconocido, rica sustancia por revelar y hombre amado de pétalos pintados como dientes», Noel Nicola sigue vigente en el panorama musical cubano por su composición, interpretación y manera autodidacta de manejar la guitarra.

A pesar de que no tuvo una vida extensa, la vivió a plenitud entre descargas y tertulias repletas de seguidores de sus letras. Fue uno de los más escuchados de su época y marcó a toda una generación por su forma de crear poesía y también obras musicales.

Como compositor, Nicola desarrolló una labor muy fecunda. Tanto es así que en su carrera artística sobresalen más de 300 títulos musicales. Otra de las razones para honrar al cantante que llevó la música siempre en el alma y que dejó de regalarnos sus obras un 7 de agosto de 2005, fecha de su desaparición física.

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