Creado en: diciembre 7, 2021 a las 09:22 am.
Una película que va a tocar el alma de los cubanos
Seguro de que El Mayor «es una película que va a tocar el alma de los cubanos», el joven actor Gabriel Wood Barranco, quien interpreta el personaje del brigadier Julio Sanguily, ha dicho que la vigencia del pensamiento de Agramonte es uno de los principales aciertos de esta producción que compite en la categoría de Largometraje de Ficción, en el 42 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. «Un filme que lleve la historia patria al público siempre se agradece», remarcó.
A quienes protagonizaron nuestras gestas libertarias hay que «estudiarlos con mayor profundidad. No debemos quedarnos solamente en los libros. Se trata de ir más allá y descubrir la esencia de esas grandes figuras de la historia de Cuba, buscar en su humanidad para ver que somos iguales a ellos, en épocas distintas, defendiendo lo mismo».
Precisamente, para asumir su rol en la cinta, a Wood Barranco no le bastó con lo aprendido en la escuela, sino que se nutrió, leyó, indagó en bibliotecas y, sobre todo, a través de epistolarios, para salirse de los esquemas e ideas preconcebidas.
Su objetivo no era «encarnar al héroe, sino al hombre que fue Sanguily», quien es recordado –a pesar de sus méritos personales– por haber dado lugar a una de las hazañas más bravas de la Guerra de los Diez Años, su rescate al mando de Ignacio Agramonte, en octubre de 1871, uno de los momentos referenciados en la producción audiovisual, y que da fe «de la amistad entre ambos y del decoro de El Mayor».
Para el artista, además de «un gustazo», participar en ese filme fue «un honor y un gran reto actoral», pues requirió preparación extra: aprender junto al resto del elenco a montar a caballo y a luchar usando el machete como arma, de la misma forma en que lo hicieron los mambises. Para ello contaron con asesoramiento historiográfico y militar.
En el caso específico de su personaje, Wood Barranco cuenta que, al estudiarlo, lo pudo ver «como un hombre de carne y hueso, que sufrió mucho. Recibió un tiro en el tobillo derecho que no le permitía realizar la articulación del pie, por lo que le hicieron una prótesis para tener la pierna recta y poder montarse en el caballo y combatir».
Al actor la prótesis de la pierna le quedaba «holgada, y para ajustarla –narra–, ponía piedras en el zapato para tener aún más sensación de molestia al caminar».
«Es una experiencia que guardaré siempre. Trabajar con Rigoberto López fue especial, así como con los grandes actores que intervinieron en la película. Todos hicieron un gran trabajo», subraya.
Luego de disfrutar de la película en una cita de magnitud y tras el necesario intercambio con los espectadores, Gabriel Wood Barranco asegura que «siempre se pueden mejorar muchas cosas. Hay que ser exigente, pero estoy satisfecho. Fue impresionante la primera proyección en el Festival. Cuando terminó, hubo un gran silencio en la sala. Pensé que todo había quedado ahí, pero de pronto el público estalló en aplausos».